Telefónica ha anunciado este miércoles el despliegue de Brusa, un nuevo cable submarino de casi 11.000 kilómetros de longitud que conectará Río de Janeiro y Fortaleza en Brasil con San Juan de Puerto Rico y Virginia Beach (EE UU).
El nuevo cable submarino, cuya entrada en funcionamiento está prevista para comienzos de 2018, se incorporará como activo a Telxius, la nueva filial creada recientemente por Telefónica para optimizar su portafolio de infraestructuras de red y que irá incorporando de forma progresiva algunas de éstas, incluyendo parte de su red de torres de telefonía y de cable de fibra óptica.
El objetivo es sacarla a Bolsa en la segunda parte de este año si las condiciones del mercado lo permiten.
La tecnología puntera de Brusa permitirá proporcionar una capacidad de transmisión ultrarrápida, incrementar la conectividad de extremo a extremo y la disponibilidad de servicios de banda ancha avanzados.
“Con esta nueva infraestructura, Telefónica refuerza su liderazgo en el sector mayorista de telecomunicaciones y aborda el crecimiento exponencial de la transmisión de datos generados por sus clientes B2B, operadores de telecomunicaciones, compañías OTT y consumidores finales”, aseguró Telefónica en una nota.
El cable mejorará la fiabilidad de las comunicaciones y proveerá una mayor resiliencia (capacidad de un sistema de soportar y recuperarse de perturbaciones) mediante el aumento del número de puntos de acceso en Estados Unidos, el rendimiento general de la red global y la seguridad extremo a extremo.
Brusa ofrecerá también uno de los enlaces de comunicación de menor latencia (tiempo de respuesta del sistema) entre las dos mayores economías del continente, Brasil y Estados Unidos, y ofrecerá mayor flexibilidad y escalabilidad que otros sistemas desplegados hasta la fecha.
Recientemente, Telefónica ha reforzado sus infraestructuras en América con el despliegue del Pacific Caribbean Cable System (PCCS), un cable submarino construido en consorcio y con una capacidad de transmisión de hasta 80 Tbps, que enlaza Jacksonville (Florida, EE UU) con las Islas Vírgenes Británicas, Puerto Rico, Aruba, Curacao, Colombia, Panamá y Ecuador.
Telefónica también gestiona Unisur, el cable que conecta Uruguay y Argentina, así como el SAM-1, un sistema de cable submarino desplegado en 2000, y que en forma de un anillo de 25.000 kilómetros une Estados Unidos, el Caribe y Centro y Sudamérica.
La red internacional de Telefónica cuenta con más de 65.000 kilómetros de fibra óptica (31.000 de ellos en propiedad) que conecta Estados Unidos con el resto del continente americano y Europa.