Lo anunciaba este jueves una nota del Ministerio hebreo de Defensa. Se trata de una amplia zona fértil situada en Jericó, al norte del Mar Muerto, y que ya estaba bajo control del ejército y poblada por colonos judíos.
Naciones Unidas ha condenado una vez más la política de asentamientos israelí y está preparando una resolución de rechazo. Saeb Erekat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha calificado de robo la maniobra de Benjamin Netanyahu.
“La comunidad internacional le ha pedido a Netanyahu que paralice los asentamientos”, recordaba. “Y su respuesta ha sido incrementarlos al tiempo que ordenaba confiscar más territorios.
Le han pedido que acepte la fórmula de dos Estados fijada en 1967. Y ha respondido diciendo que no existe ningun Estado palestino, que lo único que conoce es un Estado con dos sistemas . Y eso se llama apartheid”, concluía.
El primer ministro hebreo ha respondido con evasivas desde Suiza, donde se encuentra participando en el Foro de Davos.
“Es sólo un estudio del terreno”, aseguraba Benjamin Netanyahu. “Uno de muchos, algo rutinario. Y no creo que sea un problema. No se ha tomado ninguna decisión sobre qué hacer con esas tierras. Lo único que he decidido es negociar la paz con las autoridades palestinas si es que ellas quieren hacerlo”.
Entre tanto, las excavadoras israelíes derruían varias viviendas de familias beduinas en Jerusalén Este construidas hace tiempo por la Unión Europea. En su lugar, Israel pretende crear un corredor que partirá en dos la continuidad territorial con Cisjordania.