La protesta exigía la reincorporación de trabajadores de cooperativas; se habrían cesanteado a por lo menos 2500.
Una manifestación frente a la municipalidad de La Plata terminó con represión por parte de efectivos de la Infantería que desalojaron a los protestantes con balas de goma y gases lacrimógenos.
La represión se produjo a media mañana en las inmediaciones de la sede municipal, ubicada en la calle 12 entre 51 y 53, desde el 10 de diciembre a cargo de Julio Garro.
Cerca del mediodía, se constató en el lugar la presencia de unos 40 efectivos de la fuerza de seguridad y algunos protestantes quemando neumáticos en la calle.
La represión ocurrió cuando cientos de personas intentaron acercarse al municipio por haber sido despedidos en los últimos días. Habrían sido 2500 los trabajadores de distintas cooperativas cesanteados, aunque hay quienes elevan esa cifra a 4500. Incluso hubo dependencias públicas que prácticamente cerraron.
«Lo único que queremos es trabajar. El trabajador del Estado trabaja para la sociedad», expresó Marcela, una de las trabajadores cesanteadas en diálogo con radio Del Plata. Según fotos que circularon en las redes sociales, habría varios heridos por el impacto de las balas de goma. Fueron trasladados al hospital San Martín.
«Nos sacaron a todos desde el 10 de diciembre y nos fueron echando diciendo que se nos había rescindido el contrato», contó Norma Muñoz, que se desempeñaba en Tránsito y fue una de las personas afectadas por el recorte ordenado por el intendente Garro.
«Hemos planteado que no pueden meter a todos los trabajadores en la misma bolsa. Se quiere crear que somos todos ñoquis», se quejó Cesar Baliña, secretario gremial de ATE Buenos Aires.
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Responder a la protesta social con violencia institucional es el peor de los cambios
La CTA repudia enérgicamente la represión en el día de la fecha a trabajadores despedidos del Municipio de La Plata que se manifestaban frente al Palacio en Calle 12 con el objetivo de reclamar por su reincorporación.
Este tipo de actitudes nos retrotrae a las prácticas de gobiernos dictatoriales que intentan imponer el ajuste a los trabajadores a sangre y fuego, mientras por otra parte se realiza una fenomenal transferencia de recursos a los sectores más concentrados de la economía.
Esta Central se solidariza con los trabajadores y su justo reclamo y hace responsable al intendente Julio Garro de la integridad física de los manifestantes y al jefe de la Departamental de La Plata, Dario Camerini, a cargo del operativo que actuó en forma desmedida haciendo abuso de la fuerza pública contra trabajadores indefensos, entre los que se encontraban mujeres y niños.
Por último, exigimos la reincorporación de los trabajadores despedidos, el cese del accionar represivo y la correspondiente investigación y sanción a los responsables de este vergonzoso e ilegal accionar que nuestro pueblo condena y quiere desterrar
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