Sobriedad ante una sociedad “frecuentemente ebria de consumo y placeres”. Ese ha sido el mensaje central del papa Francisco durante la homilía de la tradicional Misa del Gallo, la tercera que pronuncia desde que fue nombrado sumo pontífice.
Ante los miles de personas que han asistido a la celebración el Papa ha pedido a los fieles que tengan un etilo de vida lleno de empatía, compasión y misericordia al tiempo que ha exigido que se cultive “un fuerte sentido de la justicia”.
Tras la celebración eucarística, que se prolongó durante cerca de dos horas, el Papa portó entre sus brazos al Niño Jesús y lo llevó en procesión hasta el Nacimiento, instalado en la basílica vaticana.
Y continuando con las tradiciones católicas este viernes el Pontífice se asomará al balcón, en la plaza del Vaticano, para leer el mensaje de Navidad e impartir la bendición “Urbi et Orbi”.