Ante la actual coyuntura en que el país se encuentra, los trabajadores no podemos ser ni tibios ni dubitativos.
Los trabajadores de esta central somos autónomos, pero no neutrales; y mucho más cuando está en juego la suerte no solo de Argentina, sino de la Patria Grande.
Sabemos del puritanismo infantil de algunos sectores antipopulares y sectarios que convocan a votar en blanco; creyendo que escondiendo la cabeza bajo tierra, salvarán su buen nombre y honor.
Son los del “Todo o nada”, los del “cuanto peor mejor”, son los que en nuestro distrito realizaron una reunión de su “Club de amigos” disfrazándola de reunión de delegados y a espaldas de sus afiliados, son los mismos que en el ballotage de la ciudad, con el voto en blanco, favorecieron el triunfo del Macrismo, demostrando así, que lejos de defender los derechos de la clase trabajadora, son serviles a la derecha más conservadora y recalcitrante, en desmedro de la clase que dicen representar.
Es por eso que los trabajadores y trabajadoras que conformamos esta Central, este 22 de noviembre, convocamos a votar a la fórmula del Frente para la Victoria: Scioli – Zannini.
Nosotros sabemos que si gana Scioli, el 11 de diciembre vamos a tener que salir a luchar por la obtención de mas logros y conquistas para los trabajadores; ahora, estamos absolutamente convencidos que si gana Macri, el 11 de diciembre vamos a tener que salir a resistir las políticas neoliberales y a luchar por no retroceder en las conquistas y los logros obtenidos.
¿Qué dicen cuando dicen que son lo mismo?
La clase trabajadora Argentina ha sido históricamente la primera en salir a la calle a luchar y a denunciar a los gobiernos antipopulares. Es por eso que a la hora de elegir a quién votar, entendemos que hay dos proyectos bien diferenciados:
Por un lado el que dice que no va crear nuevas universidades, y se opuso a la modificación de la Ley de Educación Superior.
El que quiere eliminar las paritarias y volver a someternos a recetas neoliberales recesivas, dictadas por el FMI.
El que rebajó un 13 % los sueldos y las jubilaciones, y ahora promete subir la edad de jubilación.
El que quiere pagar sin chistar a los fondos buitres.
El que quiere un Estado débil y sin presencia, dejándonos en manos del mercado.
El que brega por abrir las importaciones, condenándonos a la desocupación y al hambre.
El que plantea recortar el presupuesto para programas sociales.
El que tiene como norma reprimir a los trabajadores, como en el Borda.
El que ansía terminar con los juicios a los represores.
Por el otro lado está el proyecto que creó 9 universidades nacionales, permitiendo que los hijos de los trabajadores pisen una universidad por primera vez.
El que extendió el calendario de vacunación obligatorio de 6 a 19 vacunas, previniendo enfermedades en los niños de nuestro pueblo.
El proyecto dentro del cual los trabajadores dijimos “No al Alca”, evitando así, volver a poner de rodillas a nuestro país frente al imperialismo yanqui, y protegiendo la industria y el empleo nacional.
El proyecto dentro del cual los trabajadores logramos tener paritarias libres.
El proyecto que terminó con el robo nacional de las AFJP, que esquilmaba el esfuerzo de la clase trabajadora.
El que impulsó la Asignación Universal por Hijo, el Plan Progresar, el Programa Conectar Igualdad, el Plan Procrear, la recuperación de Aerolíneas Argentinas, ferrocarriles e YPF.
El que se animó a romper con la extorsión de los monopolios de comunicación, y promulgó la ley de servicios de comunicación audiovisual.
El proyecto dentro del cual los trabajadores logramos la sanción del régimen de trabajo para empleadas de casas particulares.
El que permitió los juicios a los genocidas del terrorismo de estado.
El que fomentó la integración regional latinoamericana.
El que triplicó el presupuesto en educación.
Pero por sobre todo, el proyecto en donde las abuelas y las madres están; hecho por sí solo suficiente, para saber cuál es el lugar correcto en donde los trabajadores debemos estar.