Los humedales en todo el país alcanzan esa superficie y están bajo análisis legislativo luego de las inundaciones de los últimos meses
Los humedales, en términos generales, son una amplia variedad de hábitats interiores, costeros y marinos que comparten determinadas características.
Se los suele identificar como áreas que se inundan temporalmente, en las cuales el agua subterránea aflora en la superficie dada la baja permeabilidad del suelo. Son áreas cubiertas por aguas poco profundas.
Estos hábitats fueron considerados históricamente como terrenos “improductivos”, y por ello usualmente se los dragaba para reutilizar el espacio. Hoy, sin embargo, es internacionalmente reconocida la importancia que estos sistemas tienen para el medioambiente y para el hombre.
Los humedales proveen diversos bienes a la sociedad, de entre los cuales destaca la retención de excedentes de agua que causarían inundaciones. También son fuentes de provisión de agua para el consumo y la producción.
La Argentina cuenta con 172.000 km2 (NEIFF, J.J., CONICET) de su territorio ocupado por humedales. Es el tamaño de la Provincia de Córdoba, es el 10% de la tierra patria.
Sin embargo, estas áreas hoy no están protegidas en nuestro país. Prueba de ello es la enorme cantidad de emprendimientos de urbanización, de entre los cuales destacan los barrios cerrados, que se emplazaron sobre humedales sin una adecuada evaluación del impacto ambiental.
Las consecuencias están a la vista: el fenómeno de las últimas inundaciones en la PBA se explica en gran parte por este descuido de estos ambientes.
Este caso evidencia que un pretendido desarrollo a costa del medioambiente no sólo perjudica a las generaciones futuras sino que ya tiene un impacto negativo en el presente.
Es por esto que es urgente en la Argentina una legislación que proteja estos ambientes. Existe hoy en el Congreso Nacional un proyecto de ley para la protección de humedales que cuenta con media sanción de la Cámara Alta desde noviembre de 2013 y que, sin embargo, aún no ha sido tratada en Diputados.
Es apremiante decidir qué queremos hacer con ese 10% de nuestras tierras, del cual depende la calidad de vida de las personas de todo el país.