Por Horacio Castelli
Necochea está colapsada, no es una novedad. Ahora deberemos comenzar a pensar como solucionamos los problemas estructurales que tenemos. Una realidad irrefutable es que sin dinero no se puede hacer nada. Otra realidad es que esperar ayuda de los gobiernos centrales (provincial o nacional), es una utopía.
Faltan servicios esenciales como agua potable, cloacas, asfalto y red de gas. Para avanzar en el crecimiento del distrito se necesitan importantes inversiones que en este momento no puede realizar el Municipio por falta de fondos.
No queda otra posibilidad que los propios necochenses nos hagamos cargo de solucionar los problemas que hoy nos aquejan.
El próximo gobierno deberá pensar en convocar a un referéndum para consultar a la población sobre el aporte del dinero necesario para invertir en materia de los servicios esenciales que hemos apuntado.
La constitución permite realizar este tipo de consultas populares sobre temas que son urgentes y excepcionales.
En este referéndum, se puede consultar sobre el monto del dinero a aportar, el tiempo que se extendería, las obras que se realizarían con ese dinero, el presupuesto de las mismas, las características que tendrían y las zonas que abarcarían.
Es una medida antipática, pero los funcionarios no están para ser simpáticos sino para solucionar los problemas de la ciudadanía y para lo que se comprometen cuando ofrecen sus candidaturas y piden el acompañamiento de los votantes.
Quién se presenta para una compulsa electoral debe pensar que ese será el período en que ejercerá su mandato y no proceder como si permanentemente estuviera en campaña.
Solo quién piense en serio en solucionar los problemas estructurales del distrito pensará en este tipo de propuestas. Reitero no son simpáticas, pero son necesarias.
va a ser muy dificil que la gente le extienda un cheque en blanco a varios de los candidatos que se presentan ,
Y alegremente Vidal promete obras faraónicas como solucionar el tema de Punta Carballido, construir un autódromo, reparar todas las calles . . .Todas mentiras para la gilada