Un Jurado popular por unanimidad declaró anoche «culpable” de «homicidio” a César Nahuel Ganduglia (24), acusado de matar de un disparo en la nuca a Carlos Abel Lolli (21), episodio ocurrido el 3 de julio del año pasado en calle 86 entre 69 y 71, del Barrio Los Naranjos.
Tras una maratónica audiencia desarrollada por espacio de casi 13 horas y mediante el flamante sistema de juzgamiento de «Juicio por Jurado”, implementado en la Provincia de Buenos Aires, los doce integrantes del Jurado compuesto por vecinos de Necochea, Quequén, Lobería, San Cayetano y San Manuel, tomaron la decisión de culpar a Ganduglia.
En breves minutos, el presidente del Jurado, el miembro número 35 (según la identificación que llevaba consigo), leyó la postura adoptada con criterio unánime, luego de casi dos horas de deliberaciones.
Después de saberse la determinación, familiares del imputado provocaron algunos incidentes y griteríos dentro de la sala de debate y acusaron al fiscal de la causa Roberto Mirada, pero personal de seguridad rápidamente redujo a los manifestantes.
La otra cara de la realidad se vivía en el exterior del edificio, donde la madre de Carlos Lolli, Claudia Lolli y demás allegados, se abrazaban y lloraban emocionadamente por el fallo.
Horas antes, los familiares de Lolli habían sido desalojados del recinto del Colegio de Magistrados y Funcionarios Judiciales por provocar desorden y agredir verbalmente a Ganduglia cuando éste dijo: «Soy inocente, yo no lo maté”.
Por su parte, el juez Mario Juliano, del Tribunal Criminal Oral Nº 1 y coordinador del encuentro efectuado ayer, convocó para el viernes 8 próximo a las partes intervinientes para fijar la pena a imponer a César Ganduglia, quien permanece detenido en la Unidad Nº 15 de Batán.
El mínimo de castigo que recibiría el joven acusado sería de 15 años y diez meses de prisión y ya lleva diez meses privado de su libertad. Fuente: Ecos Diarios
Esperemos los miembros que integraron el jurado, después no se terminen decepcionando con la sentencia del juez y arrepintiendo y temiendo las represalias del delincuente