El paro convocado para hoy por algunos sindicatos que se vieron favorecidos por el aumento de la productividad de los últimos años y por la puesta en vigencia de las paritarias, tiene un alto contenido distorsivo porque no es para defender los intereses de los trabajadores, es para imponerse políticamente sus dirigentes.
Por suerte, a los sindicalistas de hoy les queda la queja de las Ganancias y no como en el pasado que debían salir a las calles a pedir un salario digno.
Este pago no es exclusivo de la Argentina y es abonado por los trabajadores de la gran mayoría de los países del mundo, sobre todo en aquellos que la actividad permite sueldos importantes.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró que el Impuesto a las Ganancias, en la cuarta categoría, afecta aproximadamente «a un 10, a lo sumo 15% de los trabajadores de la UTA y otros gremios del transporte», quienes ganan por encima de 15.000 pesos mensuales, y criticó a quienes pararán mañana “en solidaridad con los que más ganan”.
En el mismo sentido, el jefe de gabinete Aníbal Fernández completó los argumentos del titular de la cartera de Hacienda al afirmar que «las razones son políticas» respecto del paro de transportes declarado para hoy.
El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, dijo que era “una lástima” la actitud del Gobierno frente al paro nacional de hoy, después que empresarios del transporte de colectivos fueran citados en la Casa Rosada para exigirles que garantizaran el servicio.
“El Gobierno con estas cosas lo que hace es enfurecer a la gente. Nosotros no queremos pelearnos sino sentarnos a dialogar”, dijo conciliador el jefe del gremio de colectiveros y se quejó de que el Gobierno “toma de punto” a su gremio: “Nosotros no somos esenciales, el que quiera ir a trabajar puede hacerlo en bicicleta o de otro modo”.