El paro anunciado hace casi un mes y convocado para mañana por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) acabó convirtiéndose en un paro nacional que afectará el normal funcionamiento de gran parte de los servicios y áreas de trabajo hoy martes.
A la CATT se sumó la CGT que dirige Hugo Moyano, la CTA de Pablo Micheli y se prevé que la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo. Los reclamos principales son por el impuesto a las Ganancias.
Hay sectores de la CGT oficialista que se pliegan -Alimentación y maquinistas de trenes. A ellos se suma la Corriente Sindical Clasista, del Partido Obrero, y otros sectores de izquierda que ya confirmaron su adhesión al paro e impulsarán cortes de ruta y calles, para visibilizar la protesta y que los trabajadores se movilicen.
No habrá colectivos, de corta, media ni larga distancia ya que la UTA ya confirmó su adhesión. Carlos Acuña, Secretario General de Estadio de Servicio confirmó que no estarán abiertas y que no se despachará combustible.
Tampoco habrá bancos, donde La Bancaria dirigida por Sergio Palazzo impulsa el reclamo por Ganancias en un sector en el que el impuesto es fuerte.
Desde Luz y Fuerza se debaten por secciones la adhesión. Más que Ganancias, en ese rubro golpea la tercerización y eventualidad de los trabajadores. Los que sí pararán son los trabajadores del transporte en su conjunto. Camioneros, marítimos, terrestres y aeroportuarios o aeronavegantes. Ni vuelos, ni barcos, ni puertos.
Unión Ferroviaria y AGTsyP se mantienen firmes con el oficialismo, pero maquinistas de La Fraternidad y Señaleros garantizan el paro en trenes -así como la Bordó dirigida por la oposición de la Unión Ferroviaria parará en el Sarmiento- y las bases de izquierda y la UTA harán lo propio en el subte.
Por el momento, no paran ni la UOCRA, ni la UOM, ni UPCN ni Sanidad, los sectores más alineados al kirchnerismo. Tampoco lo harán los sectores docentes aunque sectores de UDA (nacional), Suteba (provincia de Buenos Aires), Ademys (CABA) y demás gremios impulsarán el paro.
Pararían, además, gastronómicos, hoteleros, empleados de seguridad privada. Y otras decenas de actividades comerciales e industriales.