Por Gustavo Picolla*
Con cada nuevo informe del USDA pareciera renovarse las esperanzas de un cambio de tendencia en los precios de los principales productos agrícolas. Esta semana que comienza el Departamento de Agricultura publicará dos nuevos informes, el informe de stocks trimestrales al 1º de Marzo y el de perspectivas de siembras 2015/2016.
¿Qué implican estos informes para lo que viene? El informe de existencias va a confirmar stocks abundantes y esto va a tener deprimidos los precios.
Por supuesto que dependiendo de las cifras informadas el mercado puede reaccionar con alguna mejora en los precios, no obstante está mejora no va a ser tan importante como para cambiar fuertemente la situación actual.
Los guarismos del informe de perspectivas probablemente generen alta volatilidad en los días posteriores pero luego la tendencia de los precios la volverá a liderar el comportamiento climático y su influencia sobre el desarrollo de los cultivos. Esto en materia de precios.
En materia de producción el Consejo Interamericano de Cereales la semana pasada realizó su estimación de producción para la campaña 2015/16.
En este sentido estimó para el trigo una producción de 10 millones de toneladas menor a la del año anterior, pero los stocks finales solo bajan dos millones.
Claramente esta baja no mueve la aguja en materia de existencias. Para el maíz también reduce la producción mundial y las existencias finales. Si bien la baja de 20 millones de toneladas en los stocks finales es importante sigue estando por encima del promedio y de los mínimos recientes.
Las últimas producciones récords de soja en Estados Unidos, Brasil y Argentina nos muestran que para la oleaginosa las existencias también serán abundantes.
Por lo tanto considero que el productor argentino debe pensar estratégicamente la campaña que viene.
El mercado durante esta campaña nos ha dado señales. Por ejemplo en el caso del trigo vimos una producción que se caracterizó por cultivos de baja calidad con compradores que necesitan calidad.
En nuestro país hoy colocar trigos en condiciones cámara resulta muy difícil ya que la industria busca calidad. Lo mismo sucede con la soja, con abundancia de producción y poco incremento de la demanda las posibilidades de exportación dependerán del contenido de proteína que tenga el poroto.
Entonces, ¿ha llegado el momento de prestar atención a la calidad de la producción?
Hay productores que piensan, con razón, que los compradores no pagan un precio que justifique la inversión en calidad. No obstante, el dilema hoy pareciera ser que si no hay calidad es difícil vender. Y si el productor no vende, ¿justifica invertir?
Ante este contexto de sobre oferta el productor que estratégicamente ponga el foco en la calidad de su producción estará en mejor situación de vender sus productos que aquel que no lo haga.
*Hedging Consulting