Por Horacio Castelli
Eso es Puerto Quequén, una perla en el atlántico absolutamente abandonada a su suerte por funcionarios ineptos.
Por ejemplo, nuestra estación marítima es la única que posee un muelle con el suficiente calado como para que un buque cargado a pleno de fertilizantes pueda ingresar y descargar. Claro, si se mantiene el canal de acceso con los pies que corresponden.
A las actuales autoridades no les interesa tener a Puerto Quequén en condiciones para desarrollar su tarea sin inconvenientes. No les importa.
El gobernador Daniel Scioli, al Ministro De La Producción, Ciencia Y Tecnología
Dr. Cristian Breitenstein, al Dr. Jorge OTHARAN Subsecretario de Actividades Portuarias, el Director Provincial de Gestión Portuaria Dr. Diego PINKLER, el Director de Operativa Portuaria Lic. Néstor FERNANDEZ, el representante de la Municipalidad de Necochea Horacio Alfredo Vidal y el Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, son los directos responsables de lo que sucede con Puerto Quequén.
Pero además debemos plantear que quienes integran la cadena agro exportadora y tienen intereses directos en la estación marítima local, tampoco hacen nada para solucionar las enormes trabas que tiene el puerto.
Si a esto sumamos los medios de comunicación que por unos pocos miles de pesos callan lo que sucede y cambian las declaraciones de las instituciones que plantean su disidencia con las actuales autoridades portuarias, todo hace un coctel que es muy difícil de desarmar.
La pregunta es por qué se ha armado este coctel. ¿A quién o quienes beneficia? Algunos especialistas explican que se utiliza a Puerto Quequén como lugar apropiado para mantener la cotización de los cereales y las oleaginosas en precios más bajos.
Una cuestión de pizarra que con el mote de “puerto sucio” posibilitaría a los exportadores bajar algunos dólares la tonelada.
Otros analistas plantean que las principales empresas exportadoras tienen sus intereses en Rosario y Bahía Blanca y no desearían que Quequén crezca. Esto sería más inverosímil porque si alguien puede contar con un puerto que en pocos minutos entra y saca buques no los desperdiciaría.
Más allá de este tipo de especulaciones y análisis, la realidad marca que quienes tienen intereses directos con nuestro puerto no trabajan para mejorar su performance, su operatividad y solo buscan el beneficio propio aunque se dejen de lado ganancias mayores en el mediano plazo.
Sumado a esto no hay una política de estado desde la Municipalidad de Necochea vinculado al puerto y la cadena agro exportadora.
Se realizan acciones espasmódicas como la última decisión de cobrar una tasa a la exportación sin analizar los costos finales para los productores (quienes son los que realmente pagaran el nuevo gravamen), y discutir profundamente con las partes interesadas para lograr un recurso económico más duradero en el tiempo y más efectivo.
Sin dudas, la creación de un Fondo de Recuperación Vial donde cada sector aporte lo que crea conveniente con un ente administrador multisectorial hubiera sido la verdadera solución para lograr el dinero necesario para arreglar las calles de Quequén que la actividad portuaria, rompe.
Puerto Quequén, una perla abandonada a su suerte por funcionarios, empresarios y políticos negligentes
Muy buen editorial!!!