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Las decisiones adoptadas por las autoridades del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén adoptadas por su Presidente Dr. Martín Caraffo y todo el directorio, incluido el representante de la Municipalidad, Horacio Alfredo Vidal han provocado importantes pérdidas a toda la cadena agro exportadora local.

Y se debe puntualizar “local”, porque las grandes terminales tienen sus casas centrales u otras sucursales en los Puertos de Bahía Blanca y Rosario con lo cuál estas firmas no pierden, pierden todos los operadores locales.

La decisión adoptada por Prefectura, para limitar la eslora de ingreso y egreso a 190 metros y los calados de ingreso a 10,60 metros y egreso a 12,20 (40 pies) se debe a la falta de mantenimiento del dragado que es necesario en el canal de acceso a Puerto Quequén y que las autoridades portuarias desoyeron permanentemente.

Si esta situación no se soluciona en pocos días, los dos buques Panamax (de 225 metros) que están por llegar a Quequén deban ser desviados a Bahía Blanca.

La situación actual del canal de acceso es crítica, está embancado en varios lugares (bancos de arena diseminados) y angostado a 100 metros de ancho cerca de la Escollera Norte, en la curva de entrada al antepuerto.

Este antepuerto o la pileta como se la llama familiarmente, está con profundidades de 10,50 metros en su centro y los buques cargados no pueden girar en dicho lugar. Los pies de muelle en todos los sitios están embancados y todo el vaso portuario presenta bancos de área y rellenos.

A pesar de esta situación al Dr. Martín Caraffo solo se le ocurrió decir que «no hay que generar pánico sobre esta cuestión”.

Incluso expuso que «La restricción no tiene un importante impacto porque hay poco movimiento en Puerto Quequén debido a las condiciones macroeconómicas que afectan al productor agropecuario”.

Parece ser que el Dr. Caraffo ahora es experto en economía Mundial y por eso no cumplió con los tiempos lógicos del llamado a licitación para el dragado ya que sabía que iban a venir pocos buques por las condiciones macroeconómicas.

La realidad es que Puerto Quequén cada vez está en peores condiciones de logística portuaria lo que imposibilita que los grandes armadores cuando establecen los organigramas de trabajo para cada año tengan en cuenta a nuestra estación marítima.