Concluyó en Sidney el operativo policial en un café donde un refugiado iraní mantenía varios rehenes. Las autoridades indican que en el asalto murieron tres personas, entre ellas el sujeto armado.
El comisionado Andrew P. Scipione, de la policía de Nueva Gales del Sur, indicó que cuatro personas resultaron heridas y que un agente policial también resultó lesionado en el rostro con perdigones.
Scipione aseguró a la prensa que el «despiadado y horrendo ataque» fue un incidente aislado que involucró al asaltante, Man Haron Monis -un clérigo de origen iraní- y 17 rehenes.
Dramáticas tomas de la televisión en vivo mostraron a policías fuertemente armados en la escena del incidente y a varios rehenes saliendo del lugar, algunos en camilla.
Se escucharon fuertes explosiones y disparos mientras algunas de las personas retenidas salían con las manos en alto.
Comandos armados con rifles de asalto y protegidos con cascos irrumpieron en la cafetería y abrieron fuego.
Los paramédicos entraron posteriormente en la cafetería y asistieron de emergencia a varios de los rehenes que permanecieron retenidos en el lugar por más de 17 horas.
Lea también: La policía australiana identifica a hombre armado
El primer ministro australiano, Tony Abbott, calificó de «estremecedor» el incidente, causado «por una persona armada que dice tener motivaciones políticas».
Libertad bajo fianza
Man Haron Monis y era un clérigo nacido en Irán que pidió asilo político en Australia en 1996.
Monis, de 49 años, estaba en libertad condicional tras ser acusado de una serie de delitos y fue condenado por enviar cartas ofensivas a familiares de soldados australianos que murieron mientras servían en el exterior.
Se le acusaba de estar involucrado en la muerte de su exmujer y también enfrenta numerosas denuncias de abusos sexuales.
Estas denuncias están relacionadas con una etapa en la que se autoproclamó «sanador espiritual» y se dedicaba a la llamada magia negra en una zona del oeste de Sydney, según el Sydney Morning Herald.
«Su ideología es tan fuerte que nubla su visión, su sentido común y su objetividad», señaló quien fuera su abogado, Manny Conditsis.
Bandera negra
Durante el secuestro pudo verse por la ventana de la cafetería una bandera negra que el secuestrador obligó a sostener a los rehenes.
El secuestrador pidió una bandera de Estado Islámico.
La bandera tenía una «inscripción muy formal, clásica, de la shahada en árabe», explicó el corresponsal de Seguridad de la BBC, Frank Gardner.
La shahada es la «profesión de fe islámica», la declaración de fe en un único Dios. La frase se traduce como «Alá es el único Dios y Mahoma es su profeta».
Es la misma inscripción que la de la bandera de Arabia Saudita, excepto que la saudita tiene un fondo verde, y esta tiene un fondo negro.
Según Gardner, el secuestrador pidió a lo largo del secuestro que le llevaran la bandera de Estado Islámico.
Solidaridad
Varios grupos de musulmanes australianos condenaron los hechos en un comunicado conjunto y dijeron que la inscripción de la bandera negra era una «prueba de fe mal apropriada por los individuos equivocados».
Como muestra de solidaridad, muchos australianos se han ofrecido en la red social Twitter a acompañar a los musulmanes que tuvieran miedo a sufrir represalias.
La etiqueta #IllRideWithYou fue utilizada más de 90.000 veces.
El gobierno australiano aumentó el nivel de alerta terrorista en septiembre como respuesta a la amenaza que suponen los simpatizantes de Estado Islámico.
Equipos antiterroristas llevaron a cabo decenas de asaltos y detenciones en las tres ciudades más grandes de Australia: Melborune, Sydney y Brisbane.
Un hombre detenido por la policía australiana fue acusado de conspirar con un líder de Estado Islámico en Siria para decapitar a una persona elegida al azar en el centro de Sydney.