La Presidenta se refirió de esa manera al almuerzo en privado que mantuvo con Francisco y aseguró que la naturalidad «es lo que hace a las personas de carne y hueso».
La Presidenta arribó pasa las 12:30 del mediodía (hora local), a Santa Marta, residencia papal y lugar acordado para realizar el encuentro con Francisco, y allí fue recibida por el prefecto de la Casa Pontificia, George Gänswein
Al arribar, las esperaban los integrantes de la nutrida comitiva presidencial, que en esta oportunidad estuvo integrada por miembros del ejecutivo, diputados, senadores, intendentes y periodistas.
En Santa Marta la mandataria se reunió con el pontífice en privado por unos quince minutos, para luego, juntos, saludar al conjunto de visitantes argentinos e intercambiar los obsequios mutuos entre ambos jefes de Estado.
Cristina entregó a Francisco un rosario de bronce y alpaca con técnica de cincelado, calado y grabado hecho por el orfebre Miguel Ángel Zeitcher de Termas de Río Hondo; y una media cúpula (escultura sonora) de la Virgen Desatanudos realizada por Fernando Pugliese.
También le obsequió un retrato de Evita en óleo del artista Jorge Esteban Calvo; un retrato pop de Su Santidad realizado por el artista Roberto Devorik; una caja de mieles de una cooperativa de productores chaqueños «Argenmiel»; y una imagen de la Virgen de Lujan decorada con fileteo porteño hecha por Victoria Carassai.
Por su parte, Francisco le entregó a la Presidenta un rosario y una artesanía en bronce, y bendiciones para su hija Florencia, para la familia de su hijo Máximo y una, «especial» destacó el papa, para el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
Luego, la presidenta le presentó uno por uno a los integrantes de la comitiva. Al presentarle a la diputada nacional Victoria Montenegro se vivió uno de los momentos más emotivos de la jornada ya que el papa definió como «particularmente conmovedora» la historia de la joven, hija de desaparecidos y criada, hasta la recuperación de su identidad, por el asesino de sus padres.
Fue también en ese momento cuando Francisco sorprendió al diputado nacional Andrés Larroque al solicitarle que llamara a su abuela Francisca porque la quería saludar por su cumpleaños, saludo que concretó telefónicamente.
Posteriormente, los mandatarios se retiraron a un salón de la planta baja de Santa Marta, donde almorzaron durante prácticamente dos horas, disfrutando de un menú que incluyó una ensalada de verdes, bife de costilla («no tan bueno como el argentino» reconoció riendo Cristina) con verduras al vapor.
Al finalizar, se reencontraron con la comitiva argentina, que esperaba en una sala cercana y allí le entregaron una decena de presentes llevados por los funcionarios, dirigentes y legisladores, que fueron muy agradecidos por el pontífice argentino.
Tras el saludo y la despedida, Francisco acompañó a la Presidenta hasta la puerta, donde permaneció hasta la partida del convoy hacia al aeropuerto Ciampino.
Una vez allí, la presidenta realizó una conferencia de prensa en la que resaltó la «calidez» y sostuvo que hubo «mucha cordialidad, no diría informalidad, sino mucha naturalidad» en el encuentro.
También se refirió a la actuación argentina, a la que calificó como «un disparador», para que el debate sobre la reestructuración de deuda soberana llegara a la ONU.
En este sentido, aseguró que el papa durante el almuerzo «se mostró muy contento» por la iniciativa nacional que consiguió el apoyo de 124 países, «esa es la voluntad mayoritaria del mundo» sostuvo la mandataria, para generar un marco para las renegociación de deudas soberanas en el seno del organismo.
Respecto de los 11 países que votaron en forma negativa ante ese proyecto, dijo creer que «finalmente todos van a darse cuenta que es imposible seguir viviendo en un mundo con tanta incertidumbre», y acusó de esa falta de previsibilidad a «la especulación de las finanzas, a la existencia de guaridas fiscales, a la existencias fondos buitres».
Cristina también afirmó que «aquellos que leyeron» los escritos de Francisco saben del reclamo de «una reforma profunda» de la economía internacional.
En referencia a esa posición pontificia, la Presidenta contó que durante el almuerzo con Francisco comentaron y leyeron la encíclica papal Evangelli Gaudium.
La mandataria señaló que el papa tenía marcado parágrafo 56 en su libro con la intención de comentarlo, y cuando ella abrió su ejemplar, ambos se sorprendieron porque el azar hizo que también su libro se abriera en ese apartado.
En la rueda de prensa, Cristina explicó que ese parágrafo «habla de la deuda, de cómo acosan a los países, y que si esto se lleva adelante es el agobio de los pueblos». Y concluyó: «Parece que está escrito para la Argentina, pero está escrito para muchos países».
Ante la consulta de un periodista sobre si el papa se había mostrado preocupado por la situación política del país, tal como hicieron trascender algunos medios durante los días previos al almuerzo, Cristina indicó que «el papa no está en absoluto preocupado» por el país.
«Está preocupado por la situación del mundo» explicó y citó al Arzobispo Víctor Manuel «Tucho» Fernández, quien dejó en claro que «cuando el Papa habla lo hace a través del Papa».
Las declaraciones de Fernández, quien además es rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), a las que hizo alusión la Presidenta fueron realizadas la semana pasada a Télam cuando el sacerdote aseveró que el Papa «no utiliza ni a los obispos ni al Observatorio para mandar mensajes» sino que «dice directamente lo que él quiere transmitirle a alguien».
Sobre las preocupaciones del jefe de la iglesia, el prelado mencionó su «profundo interés» por los jóvenes y comentó la situación en Italia, donde «el 50 por ciento de ellos está desocupado».
«Lo que ve él es a estos jóvenes sin trabajo, sin esperanzas, sin ilusiones, sin expectativas de futuro», y se pregunta «qué es lo que puede esperarse de una sociedad así: ese es un tema que lo desvela!», aseguró Fernández sobre las preocupaciones del pontífice.
Durante la rueda de prensa de hoy, la Presidenta fue consultada sobre si se había hablado en el encuentro de las futuras elecciones en la Argentina, a lo que respondió: «No corresponde; falta, para las PASO no tanto, pero con los problemas que hay en el mundo yo creo que se va a interesar por algunas otras elecciones más que por las de Argentina».
También sorprendió al comentar que hace 10 días recibió una comunicación policial que afirmaba que la organización Ejército Islámico la había señalado como un objetivo a atacar.
«Días atrás dos comisarios, uno de la Policía Federal Argentina y otro de la (policía) Bonaerense realizaron una denuncia por amenazas contra mi persona», señaló la jefa del Estado e indicó que el tema fue girado al Ministerio de Seguridad y a la Secretaría de Inteligencia del Estado.
Sin embargo minimizó el hecho y dijo que si fuera por las amenazas «debería vivir abajo de una cama, y el Papa también».
Una vez terminada la conferencia de prensa, alrededor de las 16 (hora local), la Presidenta se dirigió hacia la pista del sector militar de Ciampino, donde abordó el Tango 01 para dirigirse a la ciudad de Nueva York donde la espera una agenda cargada de compromisos y una disertación ante la Asamblea de Naciones Unidas.