lunes, noviembre 25, 2024

Economía, Nacionales

La ONU aprobó el proyecto de resolución a la reestructuración de las deudas soberanas

Sharing is caring!

La asamblea general de las Naciones Unidas votó hoy a favor del proyecto de resolución el marco regulatorio legal para la reestructuración de las deudas soberanas, presentado por el Grupo de los 77 más China, en la voz de su titular, el representante boliviano Sacha Llorentti.

El canciller Héctor Timerman sostuvo que «hoy los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos cambiar el futuro y prevenir que más pueblos sigan pagando eternamente con hambre y miseria los exorbitantes privilegios de los dueños fondos buitres».

La resolución fue aprobada con 124 votos a favor, 11 en contra y 41 abstenciones.

Tras la votación, el canciller Timerman,  habló en la asamblea realizada en la sede de la ONU en Nueva York, y dijo que  “los pueblos del mundo hemos hablado y decidimos hoy que es hora de trazar juntamente un camino ético, jurídico y político capaz de poner freno a la especulación desenfrenada “.

“Decidimos –agregó- cambiar el futuro y prevenir que más pueblos sigan pagando eternamente, con hambre y miseria, los exorbitantes privilegios de los dueños fondos buitres, siniestros señores de la opulencia”. Estimó que “la trascendente votación de hoy es la expresión más contundente de esta representatividad global”.

El Canciller afirmó:“Hemos decidido que ha llegado el tiempo de darle al sistema financiero un marco legal para la reestructuración de la deuda soberana que respete a la mayoría de los acreedores y  le permita a los países salir de las crisis en forma sustentable”, puntualizó.

Advirtió que “miles de millones de dólares van a los bolsillos de los fondos buitres gracias a este vacío legal, que no es fruto del azar, ya que quienes se dedican a este negocio escandalosamente rentable invierten parte de sus ganancias en campañas y en lobistas para que la situación no cambie”.

También dijo Timerman que “la falta de un marco regulatorio para la reestructuración de las deudas soberanas tiene correlato directo con la pobreza, las  enfermedades, el  analfabetismo y la inseguridad de países golpeados por deuda externa, donde no vive ninguno de los dueños de fondos buitres, ni sus lobistas, ni sus abogados”.

Recordó que “desde hace década países en desarrollo y muchos desarrollados que no creen que la dignidad de sus pueblos deban ser rehenes de la mano invisible del mercado, sostenemos que el mundo no se puede permitir un escenario en que las reestructuraciones estén libradas a la discrecional voluntad de los agentes especuladores”, a quienes, dijo, les “tenemos que poner límites, más allá de la retórica”.

Indicó que desde hace años y en distintos foros multinacionales se viene bregando por la necesidad de contar con “un marco global que establezca reglas eficaces, transparentes, para procesos de reestructuración ordenados y previsibles”.

Al dirigirse “a los países que no han acompañado la resolución que aprobados, que son aquellos que concentran la actividad financiera”, les recordó palabras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando dijo, en la ONU,  que “un país quebrado no puede devolver lo prestado a los desarrollados” y que el crecimiento de los países en desarrollo benefician a los desarrollados, porque generan “un círculo virtuoso” para lograr “un mundo más inclusivo, más justo y más seguro, que supone una economía global más equilibrada y eficiente”.

Afirmó Timerman que “lo que hoy hemos decidido democráticamente es no sólo expresar lo que nuestros pueblos demandan, sino hacer lo que nuestros pueblos merecen para ser libres y soberanos, y sin temor de ser víctimas de la especulación y la codicia”.

Sostuvo que “si las Naciones Unidas fueron capaces de regular hasta el aprovechamiento de los recursos marítimos, de establecer el régimen de no proliferación de armas de destrucción masiva, y de condenar los crímenes más aberrantes, cómo no íbamos a poder decidir la elaboración de un marco legal para la reestructuración de las deudas”.

“Trabajemos  juntos –pidió finalmente- para seguir construyendo un mundo justo, libre y soberano”.