Puedes hacerlo todo correctamente —no tomar cafeína/teína desde las cuatro de la tarde, no dejarle a tu gato subirse a la cama, descansar tumbado antes de quedarte dormido—, pero aún así hay cosas a las que todavía no les estás prestando demasiada atención. Confías en ellas cada noche y no sabes que pueden sabotear tu sueño.
No hace falta decir que un colchón cómodo y firme puede mejorar tu descanso, pero no es siempre una cuestión de firmeza, también importa el tamaño y el material. De hecho, desde el color de las paredes de la habitación hasta si hay o no cerradura en la puerta de tu dormitorio juegan un papel clave a la hora de conciliar el sueño.
Pero como la mayoría de nosotros no podemos volver a pintar las paredes de la habitación esta misma noche, aquí tienes otros cambios alternativos —desde los pijamas que llevas hasta la almohada que usas— que pueden ayudarte a mejorar tu sueño y convertir tu habitación en el refugio que te mereces.