La suspensión se debió a la prolongación de la licencia médica de uno de los integrantes del tribunal y el juicio podría caerse si no reanuda sus sesiones antes del lunes próximo incorporando a un suplente.
En la audiencia de hoy debían leerse los últimos testimonios presentados por escrito y luego arrancar con los alegatos, pero la extensión por otros 15 días de la licencia de la defensora oficial María Cristina Martínez Córdoba dejó incompleto al tribunal.
Martínez Córdoba renovó el viernes pasado su licencia médica por otras dos semanas, motivada en un pico de hipertensión que uno de los fiscales acusadores, Adolfo Villate, adjudicó a las presiones que están sufriendo los integrantes del jury de parte sectores afines al fiscal suspendido.
Los otros seis miembros deliberaron hoy informalmente y en un comunicado repudiaron tanto las amenazas que recibieron algunos de los integrantes así como «ciertas expresiones» de las que fueron objeto otros.
El texto lleva la firma del presidente del tribunal, Daniel Adler, y de los vocales Francisco Panero, Juan Octavio Gauna, Adriana Donato, Rodolfo Ojea Quintana y Ernesto Kreplak y hace referencias a las amenazas de muerte que denunció haber recibido por teléfono en su domicilio el fiscal Villate.
Pero el jury no avanzó en convocar al suplente designado, Leonardo Miño, quien no estuvo en las audiencias y debería eventualmente interiorizarse del caso leyendo las actas de las audiencias o viendo las filmaciones.
Las normas de procedimiento del Ministerio Público Fiscal dan un plazo máximo de suspensión del juicio de 10 días, que expiran el próximo lunes, tras lo cual se cae el juicio y debería llamarse a un nuevo juicio con otro tribunal.
A la frustrada audiencia de hoy asistió Campagnoli, quien fue recibido por un pequeño pero ruidoso grupo que lo aguardó en la puerta vivándolo y gritando consignas a su favor mediante un megáfono.