La llamada intimidatoria se produjo el martes y la atendió la esposa de Adolfo Villate, en la casa que comparten en Santa Fe. “¿En dónde está ese hijo de puta que quiere juzgar a un juez (sic) como Campagnoli?”, le dijeron. La Justicia abrió una investigación.
El clima de hostigamiento contra los que participan del jury al fiscal José María Campagnoli derivó el martes al anochecer en una amenaza de muerte contra uno de los dos fiscales, Adolfo Villate.
Su esposa estaba sola, con su pequeño hijo, en la vivienda que comparte con el fiscal en la provincia de Santa Fe, cuando se produjo la llamada de un hombre de mediana edad: “¿En dónde está ese hijo de puta que quiere juzgar a un juez (sic) como Campagnoli?”, le preguntó el sujeto. “¿Ese renacuajo no tiene miedo que le metan un tiro?”, remató la voz.
El fiscal federal de Rosario, Mario Gambacorta, impulsó la investigación tras la denuncia radicada por la esposa de Villate, María Eugenia Masuero.
La hostilidad mediática hacia quienes juegan un papel institucional en la acusación contra Campagnoli incluyó en los últimos días discursos agresivos e incluso amenazas solapadas de escraches y aprietes. De hecho, una integrante del jurado, María Cristina Martínez Córdoba, alegó un pico de presión y pidió licencia. El propio equipo de Campagnoli mantiene una activa intervención en las redes y se han publicado por esa vía, con apoyo mediático, los teléfonos y los domicilios de quienes intervienen en el jury sugiriendo que se concreten escraches. A esto se agrega la denuncia realizada contra él por los diputados Leonardo Grosso y Jorge Taiana, que revela la existencia de un verdadero aparato de inteligencia que, por ejemplo, sacó fotos en forma ilegal y clandestina a vecinos del Barrio Mitre –incluso niños– y los incorporó en una carpeta informática a la que sólo tenían acceso los allegados al fiscal.
No sólo eso, Página/12 publicó la declaración de una secretaria letrada del juzgado de Campagnoli, quien reveló que el equipo del fiscal filmó y grabó a los propios integrantes de la fiscalía –los que no sintonizaban mucho con Campagnoli– en forma clandestina. Las imágenes fueron encontradas, de casualidad, en una de las computadoras y estaban allí por un descuido de los hombres del fiscal. En el marco de ese ambiente, se produjo la amenaza de muerte del martes.
El fiscal Gambacorta le pidió al juez que instruya una causa y que se ponga en marcha una investigación. Pidió que la compañía Telecom indique de qué teléfono salió llamada con la amenaza que entró a la línea de la vivienda de Villate a las 19.40. El fiscal pidió también que la empresa informe si hubo intentos de llamados fallidos al número del fiscal del jury. Se trata del primer paso para determinar el origen de las amenazas.
El jury a Campagnoli fue suspendido anteayer hasta la semana próxima por el pico de presión de la defensora oficial María Cristina Martínez Córdoba. “No caben dudas de que el problema de salud se relaciona con la enorme presión de los medios y las intimidaciones que circulan por las redes sociales”, le dijo el propio Villate a este diario el martes, antes de que lo amenazaran también a él. Lo que entonces se mencionó fue una serie de mensajes del estilo de que “cuando salgas a la calle nos vamos a acordar de vos”, “si votás contra Campagnoli, que el infierno te consuma” y la reproducción de párrafos de una nota de Clarín en la que se acusa a Martínez Córdoba de no tener antecedentes en materia de derechos del menor y la familia, que es justamente su especialidad. El hostigamiento se hizo más notorio en los últimos días y se tradujo en las amenazas a Villate.
El jury se reanudará el próximo lunes, siempre y cuando se reponga Martínez Córdoba.