Vecinos de Necochea auto convocados a través de las redes sociales se manifestaron en la tarde de ayer domingo en defensa del Parque Miguel Lillo y en contra del proyecto de creación de EMPAR (Ente Municipal del Parque), iniciativa que impulsa el presidente del Concejo Deliberante y concejal del Partido Fe de Gerónimo Venegas, Pablo Aued.
Fue importante la convocatoria a pesar que la misma se realizó con solo dos días de organización y solo se utilizaron las redes sociales aunque varios medios de difusión le dieron marco a esta expresión.
Sin dudas, es un tema de honda raigambre ciudadana y que más allá de la expresión de algunos interesados en la utilización privada del Parque, no es intención la no intervención de su arbolado sino todo lo contrario el interés está puesto en que se realicen trabajos de mantenimiento, y que se foresten las hectáreas que aún se mantienen vírgenes.
La preocupación de los vecinos es la intención del loteo indiscriminado del Parque que es una joya muy apetecida desde hace años por inversores que juegan siempre a lo seguro y desean ampliar el frente sobre la avenida 2 a continuación del Complejo Casino especialmente con la venta del Jardín de Rocas.
Algunos sectores políticos y empresariales intentan justificar su venta por que ellos dicen que en sus 40 años de vida nunca lo han utilizado, mientras que no hacen nada para ofrecer alternativas que enriquezcan se sector como un atractivo público.
Sin dudas quienes han tenido la responsabilidad de conducir los destinos del distrito han realizado intervenciones importantes y han dejado a ese sector sin ningún tipo de protección e inversión pública como si se tuviera la intención de dejarlo decaer para justificar su venta.
Lo que no se entiende es por qué no se lotean las hectáreas que están aún sin forestar y se no se planifica a futuro hacia sectores que no son utilizados por los habitantes de Necochea y el turismo.
Siempre son importantes las inversiones privadas para ayudar al mejoramiento de nuestra ciudad y las ofertas que podemos ofrecer a nuestros visitantes, pero siempre y cuando estos inversionistas sean serios y con intenciones de poner dinero primero para ganar posteriormente como debe ser todo emprendimiento comercial de importancia y realizado por gente seria.
Hoy, a 43 años de la consulta popular realizada en Necochea para decidir el futuro del Parque Miguel Lillo, que decidió por unanimidad la no privatización bajo ninguna forma del Parque, siento que todo vuelve a repetirse. En aquella época (1971) el Centro de Estudiantes de Necochea en La Plata participó activamente en esta consulta llamada por el municipio, en defensa del objetivo público del Parque y sus consecuencias nefastas en caso de proceder a privatizar o concesionar de por vida sectores como se proponía.
A pesar de esta decisión concreta, en la década de los 90′ diferentes administraciones peronistas permitieron la instalación de los Campings gremiales y el cuestionado barrio Cerrado sobre la franja costera, cercenando los derechos de la ciudad toda al uso de esas porciones del parque para el resto de la sociedad. O alguien puede ir a adorar la bombilla a esos lugares? Se me ocurre pensar que los diferentes gremios mencionados están a la búsqueda de la propiedad de las concesiones que les fueron otorgadas a bajo costo al amparo del poder político, y ya no habrá forma de recupero a su uso por la población. Además de loteos privados si hubiera posibilidad.
Por este medio rechazo a la intervención privada del cualquier naturaleza del pulmón verde de la ciudad de Necochea, tan caro a los sentimientos y la identidad necochense. Asimismo los sectores concesionados deberían abrirse al uso comunitario local sin costo, evitando de toda manera posible la creación de nuevos barrios privados como el que existe. Con este barrio propongo la revisión de la concesión acordada para analizar su validez en referencia a la consulta popular del año 1971, teniendo como objetivo el recupero de ese sector para el bien comunitario.
Por último es lamentable que la inteligencia y el esfuerzo de los actuales dirigentes políticos y gobernantes sean dedicados a los intereses particulares, en lugar de crear fuentes de trabajo y propender al crecimiento de la ciudad que tanto deja a desear en los últimos 30 años.