El ministerio de Salud provincial implementa un plan para evaluar la salud de los chicos y hacer prevención en las escuelas. El ministro de Salud, Alejandro Collia expuso hoy los alcances del plan ante las autoridades de la OPS, en Washington.
Las caries, el sobrepeso y las dificultades visuales son los tres problemas de salud más frecuente entre los chicos de la primaria. Sin embargo, muchos pasan años sin tratarlos. Es que los adultos suelen no percibirlos como enfermedades, lo que puede minar la calidad de vida de los chicos y acarrear problemas graves en la adultez.
Así lo muestra un relevamiento realizado durante el año pasado por el ministerio de Salud de la Provincia sobre 2.474 nenes, nenas y adolescentes de 1º y 6º grado de escuelas primarias de siete municipios bonaerenses: el 40 por ciento tenía caries; el 20,21 por ciento era obeso o tenía algún grado de sobrepeso y el 15 por ciento sufría algún déficit visual y necesitaba anteojos.
Este trabajo fue uno de los temas que el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, abordó hoy con la titular de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne, durante su visita a la sede de esa institución, en Washington.
El sondeo se hizo en Bragado, Carlos Casares, Chivilcoy, Pinamar, Mercedes, Villa Gesell e Hipólito Irigoyen. Allí, explicó Collia, se conformaron los equipos de salud del Prosane (Programa de Sanidad Escolar), un plan que articulan los gobiernos nacional, provincial y municipal. Esta semana en la Provincia se empezó a implementar en 24 de los 77 distritos previstos para el resto del año.
El relevamiento en los sietes distritos mencionados fue una prueba piloto. Un grupo de médicos, promotores de salud y vacunadores evaluaron el estado de salud de los chicos. “Esta experiencia de sanidad escolar permite realizar un valioso diagnóstico para implementar políticas sanitarias basadas en la prevención, a medida de cada realidad en un trabajo conjunto que llega a donde están los problemas para resolverlos”, explicó el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.
Las caries, esos “agujeritos dentales” que el odontólogo debe arreglar, pueden pasar desapercibidos al principio. En la boca, la saliva, las bacterias y los restos de comida se juntan sobre la superficie de los dientes y forman la placa dental. Si no se la elimina, ataca el esmalte. A partir de entonces, avanzará, destruirá tejidos y provocará un dolor insoportable.
La mayoría de los chicos llega al odontólogo recién cuando no puede ni dormir del dolor. “Si bien no hay mucho que hacer contra los factores genéticos, sí es posible prevenir las caries con el cepillado después de las comidas”, explicó Mario Calcaterra, odontólogo de la Dirección Provincial de Salud Bucal. Dijo, además, que la dieta también juega un rol clave en el cuidado de la dentadura: los chicos atentan todo el tiempo contra la integridad de sus dientes porque consumen golosinas y gaseosas en grandes cantidades. Esto no solo provoca caries, sino también sobrepeso, otro de los males que se reveló predominante entre los chicos que van a la primaria.
“Por un lado consumen exceso de azúcares y por otro se mueven poco, la ecuación da como resultado el sobrepeso”, sintetizó Luis Crovetto, director provincial de Atención Primaria, a cargo del Prosane.
Por eso, dijo, el plan es evaluarlos pero también educar en el autocuidado y la prevención del sobrepeso: “Más allá de lo meramente estético, la obesidad es una enfermedad severa, que aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, hipertensión y diabetes en el futuro”.
Los especialistas del ministerio de Salud provincial señalaron que uno de los pilares anti-obesidad consiste en desayunar bien. “Una buena comida al iniciar el día previene ingestas copiosas mal elegidas y desorganizadas durante el resto del día”, agregó la nutricionista Laura Sansalone.
Y detalló que un buen desayuno debe contener lácteos descremados como yogur o leche, las proteínas que da, por ejemplo, cualquier tipo de queso; fibra como el cereal o copos, o algún pan y una fruta, fuente de vitaminas y nutrientes saludables. Eso sí, un mínimo de media hora diaria de actividad física, es otro de los pilares complementarios de la dieta, y una herramienta indispensable para mantener un peso saludable.
Finalmente, el 15 por ciento de los chicos en edad escolar relevado por el Prosane presentaba alguna dificultad visual que requería anteojos. Los médicos que las detectaron derivaron a los afectados al especialista en el hospital más cercano.
“El chico que no ve bien tarda más en aprender, suele sentir dolores de cabeza y esto puede perjudicarlo seriamente, por eso es clave que los pediatras los controles y que si observan dificultad consulten cuanto antes con el oftalmólogo”, concluyó Crovetto.