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Por Miguel Abálsamo

El bloque del Frente Renovador, a través del doctor Facundo López y la arquitecta Cristina Biar, con el asesoramiento de  profesionales en leyes, el miércoles tendrá un día de avance en la sesión del Honorable Concejo Deliberante, cuando jueguen a fondo en contra de la supuesta Reforma del Código Penal, que  para muchos esta terminada y abrochada y para otros muchos es simplemente unas páginas de ensayo con amplias posibilidades de cambios.

El «massismo» local tratará de desaprobar (si consigue mayoría legislativa en alianzas) dicha Reforma Penal, adosándole enormes críticas  al gobierno nacional, repitiendo en casettes  los conceptos de su jefe político y candidato presidencial, o a gobernador de Buenos Aires, Sergio Massa.

A nadie escapa que la inseguridad figura como agenda fundamental en el pensamiento argentino, donde no escapan pobres y ricos, una realidad existente ampliamente repetida y aumentada por los grandes medios periodísticos.

La información recibida por quien esto escribe asegura que vecinos del distrito se acercarán el miércoles a la sesión legislativa con más de una parcanta, algún megáfono para ser escuchados mejor, y dureza de apreciaciones para quienes defiendan el proyecto, o se opongan. Vecinos que marcharían espontáneamente y otros convocados a través de redes sociales y organizaciones ligadas a esa expectativa y reclamo.

No será fácil que el No pueda tener mayoría.

No porque los bloques opositores al gobierno nacional y al local estén  en la misma vereda del Proyecto de Reforma del Código Penal sino porque saben que se convertirá en una sesión  que encontrará diferentes posturas y un paso adelante del Frente Renovador, que alimenta esta causa y ganó metros en la discusión como pretendiendo dejar entrampado al resto de las bancadas.

Sin embargo el bloque mayoritario de Unión Peronista (Partido Fe), conducido por el doctor Arturo Rojas, no levantaría la mano así porque sí, simplemente para establecer un No acompañante del «massismo».

Intentará quedar mucho más potente que en el medio de un sándwich de «kirchneristas»  y «massistas», estando dispuesto a descargar artillerías por igual.

A los «K» en sus diferentes vertientes, divididos en cuatro, unipersonal de Lescano, Ordoqui, Calcabrini y el conducido por una muchas veces impredecible Ana Asa, conduciendo la quietud de Perestiuk que sólo se siente cómoda cuando no le piden definición y un desentendido Benedini, le tirarán la munición gruesa de….» un Código Penal que elimina la reincidencia… disminuyen las penas de reclusión para delitos graves… para delitos de mediana y alta gravedad la pena se cumple sólo con la mitad de prisión, el resto se morigera con libertades condicionales sin cumplimiento efectivo de prisión… muchos delitos se cumplen con la probation que nadie controla… sustitución de prisión efectiva por la domiciliaría, trabajos comunitarios que nadie hace cumplir… exagerar las excarcelaciones… bajar penas para extorsionadores, corrupción de menores, tráfico de estupefacientes… etc… etc…».

El bloque mayoritario «veneguista» hará sentir su peso en este sentir, motorizado por dos abogados, Arturo Rojas y Alejandro Issin y consentimiento de los demás, con la imposibilidad de ejercer la palabra para  abordar la discusión a raíz de estar en ese escalón importante y a su vez que te convierte en un concejal impotente, del presidente del HCD Pablo Aued.

No la sacará gratis el «massismo» de López y Biar.

Abundarán los conceptos de «aprovechadores de ocasión, poco estudiosos y simples prácticos a la hora de hablar demagógicamente ante el ciudadano para ganar un voto, al igual que se su jefe Sergio Massa, a quien tildarán de ex Ucéde devenido en peronista ex «K».

En esta última parte tendrán el acompañamiento con violín, bombo y guitarra de todo el Frente para la Victoria, que se subirán al elenco anti Massa para agregarle…» se fue del proyecto cuando enfrentamos a las grandes corporaciones, es un aliado de la Embajada de los Estados Unidos, un socio de Barrionuevo (este no podrá faltar), y finalmente  recordarán el Código Penal nacido en 1921, cuando el adulterio era delito y el honor se batía a duelo. Ese Código reformado 880 veces.

Considerarán que lo único que evitará la inseguridad es la mejor educación, la prosecución de la inclusión social que este gobierno lleva como bandera desde su mismo nacimiento en el 2003, un gobierno  que lucha por la resocialización, mayor justicia social y reparto de las ganancias, mientras otros sólo piensan en mano dura, cárcel para los pobres y vista gorda para los ladrones de guante blanco.

Son aquellos que quieren perejiles en «cana» y libertad para los evasores o los grandes que quieren manejar el país con negocios corruptos.

El miércoles en Necochea la discusión de la Reforma del Código Penal será el estreno. El primer distrito de la provincia de Buenos Aires que abordará el tema con Proyecto de Resolución en el Concejo Deliberante.

La pregunta que nos hacemos es como reaccionará el bloque del radicalismo (Khun-Diez-Esnaola) y el socialista del doctor Mario Labataglia, que será una voz a escuchar porque no tocará de oído, lleva una vida defendiendo a pobres y ausentes desde su cargo público que dejó hace muy poco para jubilarse.

«Las cárceles están llenas de pobres, no es cierto que se entre y salga por la misma puerta, es algo que se repite a diario como latiguillo pero no es verdad», me decía días atrás en mi programa de radio «Hora Política» en FM La Radio 93.5.

Será muy interesante la sensatez y conocimiento que coloque en la sesión al servicio de la verdad el doctor Labataglia, que presumo no será la misma del bloque radical, muy debilitado últimamente de ideas, más entretenido en lanzar carreras a la intendencia,  denunciar penalmente a periodista agredido por Alberto Esnaola y a imposibilitar la vuelta de un histórico como Roberto Taurian al Comité.

Intentarán detener el bloque del «massismo”, que últimamente viene marcando agenda, tampoco querrán peronistas «veneguistas» y radicales anárquicos de conducción, caminar por ningún sendero junto al Frente para la Victoria.

Sin dudas estamos ante una sesión, que tendrá otros temas, pero habrá que abrir bien los ojos en la discusión de la Reforma del Código Penal, alimentado por vecinos (últimamente de escasa convocatoria) que harán sus reclamos y reprobarán la negatividad a votar la Reforma.

Un Código Penal en reforma que nadie sabe con certeza cual es, puesto que al momento es un anteproyecto, que  incluso puede ser modificado por el propio oficialismo. Equivale decir, que en algunos puntos sabemos de que hablamos pero en otros tal vez sea una discusión sobre el sexo de los Ángeles.

Deberían coincidir en algo fundamental.

Necesitamos la  Reforma del  Código Penal.

Es urgente que se sienten todos a una mesa, especialmente los técnicos en la materia.

Hay leyes que nuestros legisladores deben modificar, no con la imposición de aquellos tiempos de Blumberg, que en definitiva tampoco sirvió para atemperar la violencia.

Hay que agilizar la justicia. Aunque todos lo dicen también es cierto que cuando la propia presidenta intentó hacerlo surgieron voces y reproches que terminaron con  esa posibilidad en el archivo para otro momento.

Seguir adelante con la inclusión social, sumarle a todos los planes del gobierno muchos más en beneficio del marginado.

No decir (propio del oficialismo) que la inseguridad es una sensación. No es cierto, la inseguridad existe, la notamos y la padecemos diariamente, como también es cierto que no somos el país más inseguro del mundo, incurrimos en exageraciones desmedidas y politizamos el tema frecuentemente.

Ponernos de acuerdo en el Concejo Deliberante y sacar una resolución en conjunto repudiando el linchamiento  de vecinos comunes que por momentos se convierten en «patota» agresora que quiere suplantar la justicia y el orden haciendo la ley por mano propia, sería un buen síntoma para nuestra sociedad, violentada y violenta.

Añadiendo que el noventa por ciento de las sentencias son nulas.

Las causas prescriben sin condenas o absoluciones.

Y la justicia existe en la mayoría de los casos para los que menos tienen.

El miércoles será una discusión interesante.

El «massismo» intentará que se vote en el Concejo Deliberante por la aprobación de la Reforma del Código Penal, el bloque de Unión Peronista apuntará tanto a «kirchneristas» como «massistas», estableciendo un punto medio,   tal vez terminando en una abstención en cuanto a determinación. Apuntarán a no ser aquellos que terminen inclinando la balanza en beneficio de unos u otros.

Labataglia  (Socialista) no estaría aprobando el Código y la incógnita sería el bloque radical.

¿A los dos votos de López y Biar que otros votos sumaría el «massismo» para aprobar la Reforma Penal?.

Tal vez los tres radicales, tal vez. Sumarían cinco.

Abstención del «veneguismo» (siete ediles) y el NO del mosaico Frente para la Victoria (seis).

Conclusión, en un mar de divisiones y de océanos de diferencias, querrán asestarle una derrota al «massismo».

La otra pregunta es…. «fuera del recinto… en la calle… en la gente…?cuál es el pensamiento ?

No habrá llegado la hora de sentarse nuevamente todos los actores sociales, empresariales, políticos, sindicatos… Fuerzas de Seguridad, especialistas en el tema… a  argumentar con ideas concretas el mejoramiento de la seguridad en el distrito, antes que volver a discutir exactamente lo mismo, con idénticos  conceptos y sin solución, como venimos haciéndolo hace años, terminando en una marcha para que el día después siga todo igual.

¿No sería mejor adelantarse a los acontecimientos…?