Por Horacio Castelli
Hay dirigentes de todos los niveles que nos toman por giles, o al menos intentan. Ayer en una entrevista televisiva el dirigente agropecuario e integrante en determinados períodos del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén, Ernesto Mancino expresó que le daba el apoyo incondicional al titular actual del ente, Martín Caraffo porque ahora si se estaba poniendo orden en el Consorcio, no como en años anteriores Perdón, si fue parte del directorio, ¿Por qué no lo dijo en su momento o fue uno de los «desordenados» del pasado al igual que el actual presidente?
Después de pasar por el Directorio del Consorcio y ser parte de lo que ahora denuncian, se rasgan las vestiduras mientras en su momento no dijeron nada, e incluso Caraffo renunció porque no estaba de acuerdo en la manera en que «supuestamente» se había concedido el permiso a Giro 0 para instalarse en la estación marítima. No fue por los desaciertos cometidos por la administración anterior.
Cuando los dirigentes que fueron parte de un proceso comienzan a criticarlo, están intentando desviar las miradas hacia otros sectores, esto es lo que intentan hacer quienes hoy conducen el Consorcio y que en el pasado fueron parte de las decisiones que se tomaron.
Necochea sigue padeciendo el síndrome del círculo cerrado y vicioso.Siempre son los mismos actores que se reemplazan unos con otros pero que persiguen la misma intención de mantener el statu quo y quién se atreve a ingresar a los sectores de toma decisión se debe plegar inmediatamente a ese círculo sino la fuerza centrífuga los expulsa.
Hoy denuncian de lo que ayer fueron parte. Una grotesca farsa.
Y estos son los q quieren volver,los mismos de los 90,primero ellos y si queda alguna miga para el trabajador.. memoria gente
sin lugar adudas,este tipo de declaraciones corresponde a a esta casta de personas que se contradice la realidad local provincial y mundial, lo unico que les interesa es la politica del neoliberalismo salvaje, del individualismo y la timba financiera del sector agroexportador y la sociedad rural, se disfrazan de corderos y son lobos rapases