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Por Horacio Castelli

La designación del Dr. Martín Caraffo fue un error del gobierno provincial desde el principio y hasta el fin que parece cercano. Quienes lo impulsaron ante el gobernador Daniel Scioli, (empresarios de una multinacional), sabían de la poca capacidad profesional que ostenta para este tipo de cargo. ¿Por qué quemaron un acuerdo con el poder político provincial? En realidad la estrategia de los conductores de la empresa es debilitar Puerto Quequén para posicionar aún más a Bahía Blanca donde también colocaron a un hombre de su confianza. Eligieron mal, para beneficio global de su política

La decisión de no continuar con el fondo de Fideicomiso para el dragado de Puerto Quequén es una medida ya adoptada y se puede confirmar ingresando a la página del Consorcio y fijarse cuál es el último informe del fondo titulado “Cargo de contribución para Profundización y Modernización del Puerto de Quequén”  y allí podremos enterarnos que desde el mes de diciembre no se informa nada más al respecto.

Esto trae imprevisibilidad al Puerto de Quequén y desconfianza a las futuras medidas a adoptarse que parecen no tener un correlato desde la cartera de Infraestructura de la Provincia y de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables y que cada presidente del Consorcio (representante del gobernador) toma sus decisiones en forma independiente y antojadiza.

El Dr. Martín Caraffo cumplió muy bien su trabajo. Trajo incertidumbre a un puerto tranquilo en cuanto a las decisiones del Consorcio, con conflictos sindicales propios de cualquier estación marítima mundial, agregándole esta mancha que es muy grave porque procede del poder político, aunque al abogado de la multinacional eso no le importe.

No vamos a hacer una defensa de las gestiones de los presidentes anteriores porque tuvieron errores muy importantes en sus decisiones no haciendo o no dejando hacer lo que se debe para poner a nuestra estación marítima en el lugar que se merece.

No tuvo ninguno la capacidad y grandeza de decir las cosas de frente y enfrentarse a quienes atentan contra el crecimiento de Puerto Quequén.

Prefirieron cuidar su lugar de poder, sus importantes sueldos, las ventajas que ofrece un puesto donde se manejan grandes cantidades de recursos y no se invierte casi nada en infraestructura.

Todos los presidentes del consorcio de Puerto Quequén tuvieron la oportunidad de cambiar el rumbo que se venía manteniendo pero prefirieron mantener el statu quo que es el mismo que ha llevado al profundo atraso que ostenta el distrito todo.

Por supuesto que no es fácil, que hay que luchar contra intereses poderosos, pues hay que hacerlo con el poder de la convicción y el conocimiento necesario. Si no se poseen ninguno de estos dos atributos lo más valiente y profesional es dar un paso al costado y denunciar lo que ocurre con sectores que se han enriquecido y se siguen enriqueciendo a costillas del padecimiento de una comunidad como la de Quequén que ve degradarse su ciudad ante el paso de los pesados camiones.

Algunos ejecutivos de la empresa multinacional, desde sus apoltronados sillones, decidieron que Puerto Quequén siguiera siendo el “relleno” de Bahía Blanca y los “genios” de nuestra estación marítima lo permitieron… Que pedazos de… voluntariosos resultaron ser…