El informe asegura que en dos años la presencia argentina puede pasar el 23% actual al 33 por ciento. El objetivo es achicar un rojo de U$S 9000 millones anuales. «Es un mito que se necesita más inversión, lo podemos hacer ya», aseguraron.
Preocupados por el déficit que la importación de partes está generando en la balanza comercial y en su propio negocio, las autopartistas salieron ayer exhibir un pormenorizado informe que esboza la posibilidad de elevar la producción de piezas nacionales en el corto plazo. El trabajo, que ya está en manos de la ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, y del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, asegura que en tan sólo dos años las fábricas pueden aumentar a 33% la composición local en partes de autos.
Actualmente, el componente nacional de un 0km es sólo de un 23% promedio.
Uno de los ejes de la iniciativa que presentaron la Cámara de Industriales Fundidores (CIFRA), el Grupo Proveedores Autopartistas (PROA), y la Cámara del Forjado de la República Argentina (CAFOR), tiene que ver con cobrar un impuesto al producto importado, para fomentar el compre nacional.
Además, prevén negociar una autorización para importar aceros para forja, insumo clave en la actividad.
Titulado «Proyecto de Reconversión», el informe reconoce que «pese al tiempo y esfuerzo consignado por el gobierno nacional, hoy persisten serias dificultades para incrementar el grado de integración local de los vehículos», y agrega que el desafío «es producir vehículos de manera competitiva con el mayor grado de integración posible».
Asimismo, el texto indica que «esta sincronizada acción, generará un rápido y positivo impacto directo sobre fabricantes de autopartes locales y su cadena de valor, la balanza comercial y el empleo».
¿Por qué no lo hicieron antes?, preguntó Tiempo Argentino a los principales referentes del sector. Daniel Ferreira, presidente de la Cámara de Industriales Fundidores (CIFRA) y de contacto fluido con el gobierno confesó que «es un tema netamente de precios, no produjimos más porque era más barato importar, por ejemplo desde Brasil».
Y agregó: «si se toman algunas medidas, es posible inducir a las automotrices a que compren más producto nacional».
Ferreira recordó que el tema de la sustitución nació fuerte en uno de los últimos actos del sector en Tecnópolis, donde Giorgi instó a los fabricantes a presentar alternativas al problema de fondo.
Como aporte para reducir el déficit comercial del sector, que hoy llega a los U$S 9000 millones anuales, las compañías presentaron las siguientes propuestas: en primer término, el trabajo propone «el dictado de una norma legal» para lograr la meta del 33% de partes nacionales. También plantean que el «origen de los mencionados bienes automotrices tenga un mínimo de 65% nacional-Mercosur y 35% extrazona».
Piden además que se establezca un sistema de presentación de declaraciones juradas de las fábricas y terminales donde se fije el programa de sustitución de importaciones.
Otro de los puntos salientes es el de garantizar la provisión «automática» para firmas autopartistas «sobre importación de materias primas y equipamientos, para su uso en procesos de transformación industrial».
En la misma línea, se requiere «una auditoría semestral para unas 40 empresas, entre terminales y fabricantes, a los efectos de verificar la progresividad del programa fijado».
Los Reintegros de IVA para exportar y exenciones impositivas para comprar en el país aparecen entre los ejes del proyecto, que el propio Ferreira aseguró puede partir de «una ley o resolución, o una recomendación del gobierno a las terminales».
En el país hay hoy 159 proveedoras de autopartes originales nacionales, que emplean 16 mil trabajadores.
Tanto esta porción como las multinacionales (30 fábricas que emplean 11 mil personas) y las repositoras de proveedores (450 que emplean a más de 21 mil), estarían, según las cámaras del sector, en condiciones inmediatas de empezar a producir más nacional. «Es un mito que se necesita más inversión, lo podemos hacer ya con ayuda del gobierno», precisaron desde CIFRA. Las primeras partes que podrían salir nacionales serían campanas y sistemas de frenos, hoy importados.