Al igual que la cebada, la trilla del principal cultivo de cosecha fina de la zona es mediocre. Los peores rindes se dan en el este de Dorrego y los mejores en la costa de Tres Arroyos. Gracias a las lluvias de noviembre y diciembre la perspectiva para la gruesa es muy buena.
Consultados por La Voz del Pueblo, los ingenieros José Doeyo, Patricio Laura (ambos técnicos de la Cooperativa Agraria) y Rubén Caro (de la Cooperativa ALFA) coincidieron que los primeros resultados de la cosecha de trigo no fueron los mejores en la zona.
Los rindes oscilan entre 1500 y 3000 kilos y normalmente se cosecha de 3000 para arriba. «Es media cosecha», afirma con desazón Doeyo.
«En términos generales ha comenzado la cosecha con rendimientos menores de lo que es un promedio normal para la zona», indica por su parte, Patricio Laura, quien asesora campos en la zona costera.
«En Lin Calel, San Francisco de Belloq, Claromecó, Orense, los rendimientos oscilan entre bajos, de 2000-2200 kilos, hasta algunos lotes de 4000, dependiendo de la diferencia de lluvias en octubre», pero «el promedio esperable es de 3800 kilos y por supuesto no vamos a estar en esos niveles», atestigua el ingeniero.
«Son los primeros lotes, pero en el caso de la cooperativa la cosecha va a ser buena hasta ahí», afirma Rubén Caro, quien ejemplifica la situación de la cosecha con los trigos candeales: «En Mayol va a ver candeales de 1600 kilos y otros de 2200. Y el candeal es de ciclo corto y es más sensible a la falta de agua y tendría que haber rendido 3500-4000 kilos o por lo menos arriba de 3000 kilos.
«En el caso del trigo pan recién se empezó, hay trigos de 2500, otros de 3500, 4000, está todavía muy dispar», afirmó. «La zona de la costa se está viendo que por un tema de que es más fresca, porque es un período de llenado más largo, que este año se dio en casi toda la zona y con mayor razón en la costa. Acá se ven los mejores rindes de 4000 kilos, pero estos no son datos promedios, por ahora son casos aislados», aclara el ingeniero.
«La causa principal de la media cosecha es la sequía. Hasta octubre la cosecha venía bien, después no llovió en ese mes y en noviembre llovió medio tarde y el trigo se vio afectado sobre todo porque ha perdido los macollos y eso hizo que haya muy poca espiga en los lotes», explicó Doeyo.
Según Patricio Laura, «las condiciones de estrés hídrico fueron muy marcadas», aunque el trigo también se vio afectado por «algún efecto de heladas, más algunas enfermedades que se presentan en la zona, que hicieron que los rindes fueran más bajos que los deseados».
Tanto Laura como Caro, marcaron la irregularidad de los rindes. «En pocos kilómetros hay muchas diferencias, en función de alguna precipitación mayor o menor, y eso hace que el estrés en algunos casos no fuera tan marcado y en otros sí», afirmó el técnico de la Agraria.
Para Caro, «no vino un año normal, lo que pasa es que hubo zonas diferenciales de acuerdo a las zonas donde llovió más en octubre».
De acuerdo con el diagnóstico del ingeniero, los cultivos «antecesores también están pegando, porque al faltarle lluvias en primavera, pega también la historia del lote, ya que en el último tiempo se hizo mucha cebada sobre soja y trigo sobre soja, un cultivo que seca el perfil del suelo.
Más allá de las malas noticias las perspectivas de los cultivos de verano son muy buenas.
«Para la gruesa viene bien en general. Ha venido lloviendo bien, ha habido buenos nacimientos en girasol, maíz y soja y esperemos que siga acompañando el tiempo, porque ha llovido bien», asegura el ingeniero José Doeyo.
Laura también observó que «hay un interés de sembrar soja de segunda sobre trigo y bueno eso lo vemos mucho más riesgoso y eso está atado y dependiente de las lluvias de los primeros días de enero. Si tenemos la suerte de tener una lluvia en los primeros días de enero, ya el girasol va a estar definido con un buen rendimiento. La soja va a depender de lo que pase en enero y febrero».
(Fuente: LA VOZ DEL PUEBLO)
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