viernes, noviembre 08, 2024

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NECOCHEA: Fuerte ausentismo escolar por estados gripales

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fiebre

En los distintos establecimientos educacionales tanto los de gestión pública, como los de gestión privada se está registrando un fuerte índice de ausentismo de alumnos por síntomas de fiebre y dolores musculares que reflejan un estado gripal aunque el Secretario de Salud, Dr. Juan Carlos Barrera aclaró que aún no se ha registrado ningún caso de fiebre H1 N1 en nuestro distrito.

La presencia de menos de la mitad de los alumnos en cada aula es una constante en las últimas semanas a partir de la ola polar que se instaló estos días en Necochea y Quequén.

Hay que tener en cuenta que muchos padres, ante la posibilidad de que sus hijos estén más sensibles a contagiarse alguna enfermedad más virulenta que un simple resfrío fuerte optan por no enviarlos al colegio.

Por el momento, ninguna institución educativa a dispuesto el cese de sus actividades aunque las medidas profilácticas están en estado de alerta permanente.

Entre los docentes hay algún caso de licencia por enfermedad pero se da en menor proporción que entre el alumnado.

La gripe, también conocida como influenza, es una infección vírica altamente contagiosa de las vías respiratorias. A pesar de que la gripe afecta a ambos sexos y a todos los grupos de edad, los niños tienden a contraerla más a menudo que los adultos. Se trata de una enfermedad estacional, que se da entre noviembre y abril, ocurriendo la mayoría de los casos entre finales de diciembre y principios de marzo.

¿Cuáles son los síntomas de la gripe?

La gripe a menudo se confunde con el resfriado común, pero los síntomas de la gripe suelen desarrollarse deprisa (generalmente entre 1 y 4 días después de que la persona se exponga al virus de la gripe) y suelen ser más fuertes que los típicos estornudos y la nariz tapada propios del resfriado.

Los síntomas de la gripe pueden incluir:

  • fiebre
  • escalofríos
  • dolor de cabeza
  • dolores musculares
  • mareo
  • pérdida de apetito
  • cansancio
  • tos
  • dolor de garganta
  • moqueo nasal
  • náuseas o vómitos
  • debilidad
  • infección de oído
  • diarrea

Cuando un bebé contrae la gripe, puede dar la sensación de que, de repente, parece encontrarse mal o que «no tienes buen aspecto».

¿Cuánto dura la gripe?

Al cabo de 5 días, la fiebre y otros síntomas suelen desparecer, pero pueden persistir la tos y la debilidad. Todos los síntomas suelen desaparecer en un plazo de una o dos semanas. De todos modos, es importante tomarse la gripe en serio, porque puede evolucionar a una neumonía y a otras complicaciones que pueden poner en peligro la vida, sobre todo cuando afecta a bebés, ancianos y personas con problemas de salud crónicos.

¿Es contagiosa?

La gripe es contagiosa, pues se propaga a través de gotitas infectadas por el virus que se expulsan al toser o estornudar. Las personas con gripe son contagiosas mientras presentan síntomas (la mayoría de las veces los síntomas duran aproximadamente una semana en los adultos, pero en los niños pueden durar hasta dos semanas).

La gripe suele ocurrir en forma de pequeños brotes, pero se producen epidemias periódicamente. Las epidemias de gripe (cuando la enfermedad se propaga muy deprisa y afecta a muchas personas de la misma área al mismo tiempo) suelen ocurrir durante las 2 o 3 semanas que siguen a la aparición de los primeros casos, pero después los casos empiezan a decrecer.

¿Y la vacuna de la gripe?

Generalmente administrada entre septiembre y mediados de noviembre (aunque se puede administrar en otro momento del año), la vacuna de la gripe reduce las probabilidades de que una persona promedio contraiga la gripe durante esa estación en hasta un 80%. Pero, puesto que la vacuna de la gripe protege de la infección provocada sólo por una cantidad reducida de los virus que pueden provocar síntomas gripales, el hecho de que una persona se ponga la vacuna no es una garantía de que no vaya a enfermar durante la estación de la gripe. Pero, si una persona que se ha puesto la vacuna contrae la gripe, lo más probable es que presente menos síntomas y éstos sean más leves.

Administrada en forma de inyección en el brazo, la vacuna de la gripe contiene virus de la gripe muertos que no le provocarán la gripe a su hijo, pero harán que su cuerpo luche contra la infección provocada por el virus de la gripe. Si una persona se pone una vacuna que contiene determinadas cepas del virus de la gripe, estará protegida contra esas cepas en particular en el caso de que entrara en contacto con ellas.

Aunque usted vacunara a su hijo el año pasado, eso no lo protegerá contra el virus de la gripe este año, ya que la protección «caduca» porque los virus de la gripe cambian constantemente. Éste es el motivo de que la vacuna se tenga que actualizar cada año para incluir las cepas más actuales del virus.

Para los niños menores de 9 años que se pongan la vacuna por primera vez, ésta se deberá administrar en dos inyecciones separadas entre sí por un período de un mes. Después de la administración de la vacuna, el cuerpo puede tardar entre 1 y 2 semanas en desarrollar la protección contra la gripe.

Si la vacuna se administra antes de que la gripe esté en pleno apogeo, el cuerpo tendrá más oportunidades para desarrollar la inmunidad o protección contra el virus. Aunque la vacuna se puede administrar durante la período del año con más gripe, es mejor que se la ponga a su hijo pronto que tarde, siempre y cuando el pediatra lo considere necesario.

De todos modos, no todo el mundo necesita vacunarse contra la gripe. En los momentos en que haya escasez de vacunas, algunas personas la necesitarán más que otras. Usted, el pediatra de su hijo y su médico de familia deberán determinar qué personas de su familia deberían vacunarse cada año.

La Academia Americana de Médicos de Familia (AAFP), la Academia Americana de Pediatría (AAP), y los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) recomiendan administrar la vacuna de la gripe a los siguientes grupos de personas, que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones relacionadas con la gripe:

  • bebés y niños de entre 6 y 59 meses
  • todas las personas que tengan 65 años o más
  • las mujeres que estarán embarazadas durante la estación de la gripe
  • todas las personas que trabajen con bebés de menos de 6 meses
  • las personas que vayan a residir durante períodos prolongados en centros asistenciales, como los asilos de ancianos.
  • todo niño o adulto que padezca una enfermedad crónica, como el asma
  • el personal de los servicios médicos que esté en contacto directo con los pacientes
  • los niños – de 6 meses a 18 años – que sigan un tratamiento de larga duración con aspirina.

Las personas que no se deberían poner la vacuna de la gripe incluyen:

  • bebés de menos de 6 meses
  • cualquier persona que sea muy alérgica al huevo y/o a sus derivados – porque los ingredientes de la vacuna de la gripe, de hecho, se cultivan en el interior de huevos. Si su hijo es alérgico al huevo o a sus derivados, coménteselo al pediatra antes de ponerle la vacuna de la gripe.
  • cualquier persona que haya tenido alguna vez una reacción fuerte a la vacuna de la gripe.
  • todas las personas que padezcan el síndrome de Guillain Barré, un trastorno médico muy poco frecuente que afecta a los sistemas inmunitario y nervioso.
  • cualquier persona que se encuentre mal y tenga fiebre.

Aparte de la inyección, hay otra opción para vacunarse contra la gripe: mediante un aerosol nasal. Esta vacuna se dispone desde 2004 en algunos países y actualmente su uso está aprobado para personas de edades comprendidas entre los 5 y los 49 años. Pero el aerosol nasal no es para todo el mundo y está contraindicado para niños y adultos de alto riego. Así mismo, puesto que este aerosol contiene virus de la gripe vivos, puede provocar síntomas gripales leves, incluyendo moqueo de nariz, dolor de cabeza, vómitos, dolores musculares y fiebre. Pregúntele al pediatra de su hijo si éste puede -o debería- utilizar este tipo de vacuna de la gripe.

¿Hay otras formas de evitar que se propague la gripe?

A pesar de que no hay ninguna forma garantizada -incluyendo la vacuna- de evitar que una persona contraiga la gripe, la forma más sencilla de reducir las probabilidades de contagiarla una vez contraída es evitar las multitudes. Puesto que no se puede enjaular a un niño, aquí tiene algunas pautas que pueden seguir usted y su familia para evitar la propagación de infecciones como la gripe:

  • Lavarse las manos a conciencia y frecuentemente.
  • No coger nunca pañuelos de papel usados.
  • No compartir vasos, tazas o cubiertos hasta que uno se encuentre mejor.
  • Quedarse en casa y no ir al trabajo o al colegio cuando se tiene la gripe.
  • Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar.

¿Cómo se trata la gripe?

En la mayoría de los casos, la gripe no requiere un tratamiento médico específico. Pero algunos niños con enfermedades crónicas pueden empeorar si contraen la gripe -y podrían requerir hospitalización. La gripe también puede ser peligrosa en los recién nacidos. A un niño gravemente enfermo o con otras circunstancias especiales, es posible que el pediatra le recete un medicamento antiviral para atenuar los síntomas gripales, que debe administrarse antes de que transcurran 48 horas desde el contagio.

He aquí algunos consejos prácticos para que un niño que estaba sano pueda recuperar la salud después de contraer la gripe:

  • Beber mucho líquidos para evitar la deshidratación.
  • Dormir mucho y tomárselo con calma.
  • Tomar acetaminofeno (paracetamol) o ibuprofeno para bajar la fiebre y aliviar los síntomas gripales. De todos modos, no le dé aspirina a su hijo a menos que se lo indique el pediatra.
  • Llevar varias capas de ropa, ya que la gripe hace que uno pase rápidamente del frío al calor y viceversa. Llevar varias capas -como una camiseta, un jersey y una bata- facilita el proceso de abrigarse o desabrigarse cuando sea necesario.

¿Cuándo debería llamar al pediatra?

Usted debería llamar al pediatra en cuanto su hijo presente síntomas gripales y si:

cree que su hijo debería vacunarse contra la gripe

  • los síntomas gripales de su hijo empeoran
  • su hijo tiene fiebre alta durante varios días seguidos
  • su hijo parece mejorar inicialmente, pero después se encuentra peor que al principio.

De todos modos, en la mayoría de los casos, la gripe suele remitir en una o dos semanas con reposo, cuidados y mucho cariño.