A menos de un mes de las elecciones legislativas, las encuestas indican que el Frente para la Victoria perdería 18 bancas, por lo que tendría un bloque de 99 diputados. El kirchnerismo junto a sus aliados no lograría reunir 129 legisladores para sesionar.
Las encuestas de todo tipo y color arrojan datos desalentadores para Néstor y Cristina Kirchner, quienes junto al jefe de bloque de la Cámara baja, Agustín Rossi, y su grupo de asesores, hacen cuentas para saber cual será la próxima conformación del Parlamento.
Según los últimos porcentajes de intención de voto a nivel nacional, el oficialismo perdería 18 bancas de las 61 que pone en juego en la Cámara de Diputados. Por lo tanto, luego del 10 de diciembre, el kirchnerismo puro contaría con casi cien diputados de los 257 en total. Es decir, que los defensores del proyecto político del Gobierno serían el 39% de los Diputados.
El relevamiento realizado demuestra detalladamente las bancas que ponen en juego el oficialismo en cada provincia y las que perdería, luego de haber hecho una gran elección en el 2005 y 2007.
Sin dudas, la provincia que define en gran medida la elección es Buenos Aires y eso es evidente, ya que el propio titular del Partido Justicialista y ex presidente, Néstor Kirchner, tuvo que cambiar de domicilio y encabezar la lista para diputado.
En el distrito que más legisladores aporta, se renuevan 35 de los cuales 20 pertenecen al oficialismo que a menos de un mes de las elecciones, perdería 6 bancas.
A este resultado negativo se le sumaría las provincias donde más ha caído la imagen del Gobierno tras el conflicto con el campo. La región centro es un distrito que preocupan al kirchnerismo, que en su seno, descuentan como «perdidos». En Santa Fe es tan preocupante la situación que, según las encuestas, únicamente Rossi entraría con mucha justeza, por lo que perdería dos escaños. Pero peor aún es en Córdoba donde el FpV no logró armar un frente y, por ende, perderá las tres bancas que pone a consideración.
Otro de los distritos en que se espera una mala elección es en Capital Federal, donde sólo ingresaría el primer candidato Carlos Heller y perdería dos escaños.
Luego, en varias provincias el oficialismo sólo perdería una banca porque dejaría de tener una mayoría aplastante y tendría que repartir la banca por la minoría. Por eso, en Entre Ríos, Corrientes, Formosa, La Rioja, Salta y Tucumán perdería sólo un escaño.
En cambio, en Chaco y Río Negro recuperaría una banca que por las fracasadas alianzas pertenecen ahora a diputados que se han distanciado del oficialismo.
Cabe destacar que en el caso de Catamarca estaría perdiendo una banca el oficialismo pero en realidad, al vencerse el mandato al sindicalista Luis Barrionuevo, quien se alejó de Kirchner hace tiempo, nada cambiaría a la hora de votar, pero el bloque tendría un legislador menos.
Por lo tanto, a menos de un mes del 28 de junio, el oficialismo haciendo una buena elección llegaría a los 105 votos, como especulan los propios kirchneristas. Sin embargo, hoy las encuestas afirman que no llegaría a tener cien diputados puros y ni siquiera con sus aliados lograría reunir 129 legisladores lo que obligará a negociar con las otras fuerzas políticas para conseguir el quórum para tratar temas importantes durante los dos últimos años de Cristina Kirchner en el gobierno.
