Un jurado de enjuiciamiento bonaerense destituyó a la titular del Juzgado Correccional N° 1 de Necochea, Marta Alicia Raggio, por malos tratos, discriminación y acoso sexual y laboral a sus empleados.
Los miembros del jury, presidido por el presidente de la Suprema Corte provincial, Juan Carlos Hitters, ordenaron tras nueve horas de deliberación, la destitución de Raggio y su inhabilitación de por vida para ocupar otro cargo en la Justicia.
Los jueces esgrimieron como causales la «realización de hechos o desarrollo de actividades incompatibles con la dignidad y austeridad que el cargo judicial impone».
También se tuvo en cuenta la violación de leyes provinciales, como las de violencia laboral (N° 13.168) y acoso sexual (N° 12.764).
Fuentes del máximo tribunal provincial aseguraron que no existen antecedentes de destituciones de magistrados por esas causales.
Raggio, que ejercía la magistratura desde 1988, cuando, al crearse el Departamento Judicial de Necochea ocupó un juzgado penal, denunció «parcialidad manifiesta en el jurado» y calificó el proceso en su contra de una «parodia».
Se defendió argumentando que era muy exigente y, desde el banquillo de los acusados de frente a los jueces, afirmó: «Prefiero ser una mujer viva a una jueza muerta».
A fines de 2005, los empleados del juzgado habían comenzado a denunciar a Raggio por hechos de violencia laboral que iban desde insultos, descalificación del trabajo, menosprecio a sus capacidades, cambios arbitrarios de lugares de tareas, aplicación de aislamiento como castigo, discriminación hasta, inclusive, entrometerse en sus vidas privadas y acosarlos sexualmente.
Nueve testigos coincidieron en relatar la práctica usual de Raggio de «revolear» expedientes en los que hallaba supuestos errores para que posteriormente fueran recogidos y corregidos, únicamente, por el agente que hubiera trabajado en ellos.
También dieron cuenta de la forma en que la mujer discriminaba a empleados por su gordura o cómo se refería a un secretario al que calificaba de «negro de m…».
Surgió de los dichos de los testigos la recurrente referencia a temas sexuales por parte de Raggio con un alto voltaje de obscenidad.
En una ocasión, la entonces jueza tuvo que viajar con un auxiliar fuera de Necochea. A poco de comenzar el trayecto, le preguntó si había traído profilácticos para mantener con ella relaciones sexuales.
A esto se sumaron las denuncias de un empleado que aseguró que la jueza lo provocaba sexualmente, le mostraba su ropa interior, lo tocaba y, en ocasiones, dejaba ver sus piernas o su busto.
Se pudo acreditar, asimismo, que Raggio, utilizó los recursos humanos del tribunal en su propio beneficio, al disponer que el personal del juzgado fuera afectado al mantenimiento de su automóvil y a otras cuestiones ajenas a la labor jurisdiccional.
Además del presidente de la Corte provincial, el tribunal estuvo integrado por los conjueces Horacio Garagusso, Javier Luis Octavio Carbone, Eduardo G. A. López Wesselhoefft, Norberto José Sánchez y Ricardo Jesús Cornaglia, y los legisladores Marcelo Feliú, Raúl Pérez, Diego Rodrigo, Carlos Bonicatto y Alberto Delgado.
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