De ninguna manera les digo hoy Feliz Día. Sería una absoluta y total falta de respeto hacia ustedes. Sería un insulto a su inteligencia. Sería aportar a la discriminación de toda la vida.
A quién se le haya ocurrido poner un Día de la Mujer no hizo más que ahondar la histórica discriminación a la que fueron y son sometidas.
Cuando se plantea un Día en especial para uno de los géneros humanos que cohabitan nuestro planeta, es que se hace una discriminación.
Ustedes Mujeres son demasiado importantes como para que los varones les dediquemos un día en especial. Todos nosotros, además, nacidos del vientre de una mujer que se bancó el parto o la cesárea para que hoy nosotros graciosamente les ofrezcamos un Día en especial.
Perdonen, aquellas mujeres que creen que su lugar es el que les indicaron sus padres o su actual pareja; pero de ninguna manera les faltaría el respeto deseándoles un Feliz Día.
Cuando exista el Día del Varón, quizás pueda aceptar que exista el Día de la Mujer. De otra manera me suena a un fuerte insulto para mis amigas.
Siento un profundo asombro que en pleno siglo XXI sigan existiendo estas discusiones con tantos millones de alimentos consumidos para hacer de nuestro cerebro un órgano cada vez más perfecto.
Pero no hay caso, el miedo de los varones a perder la supremacía es superior al hecho de entender que todos hacemos cada día.
No debe existir el o ella, debe ser ella y el, el y ella, nosotros, todos, etc.
Perdonen, las respeto demasiado. Que tengan un día como todos los días.
