Por Horacio Castelli
El conflicto que se originó con el autotransporte de pasajeros no tiene ningún sentido desde el primer día que comenzó. Los trabajadores quieren el aumento de sueldo que les corresponde, los empresarios no lo pueden pagar y el Municipio (poder concedente) se compró un problema por no actuar rápidamente.
Ese es el simple resumen que se puede hacer después de tres días de paro en los colectivos azules y verdes.
La resolución provincial les permite a las empresas aumentar el boleto plano en un 25% hecho que ocurrió en la práctica al elevarse a $ 2,25 hace algunas semanas.
Como el aumento de los boletos sociales no fue permitido por el Municipio las empresas en una decisión inconsulta con el poder concedente dejaron de venderlos y de hecho jubilados y trabajadores tuvieron que sumar en sus gastos el aumento de 1,10(boleto social) a 2,25 (tarifa plana).
Ante esta determinación unilateral de las empresas, el Municipio no actuó con el poder que le concede el Pliego de Bases y Condiciones de la concesión (que además está en período de prórroga) para obligarlas a vender los boletos sociales como corresponde hasta que el conflicto se solucionara.
Las empresas aducen la rebaja de los subsidios por parte del gobierno nacional, información que fue ampliada por concejales del Frente para la Victoria quienes explicaron que los subsidios sufren una merma temporaria pero que no se van a suspender.
En esta discusión terció la UTA que ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo firmado por parte de las empresas decidió intervenir decretando un paro con bloqueo de la Terminal de Ómnibus sin impedir la entrada y salida de los ómnibus (aunque era muy difícil operar) que tuvieron que estacionar, en algunos casos, sobre la avenida 58.
El análisis más real que uno puede realizar es que las empresas han decidido presionar al Municipio para que otorguen el aumento a los boletos sociales (aunque algunas fuentes de crédito indican que quieren su eliminación) para aumentar los sueldos.
Por una cuestión lógica el Municipio no puede aceptar esta actitud de las empresas. Pero en lugar de actuar con todo el peso de la ley dilató permanentemente las decisiones y permitieron que el conflicto avanzara.
Si es verdad que se le otorgaría finalmente un aumento en los boletos sociales con algunas variantes que habrían presentado algunos ediles, uno se pregunta. ¿Para qué se llegó a una situación que sólo perjudica a los usuarios?
Y refiriéndonos al Honorable Concejo Deliberante, por último, esperemos que por una cuestión meramente política y electoralista no estén dudando sobre quién presentará el proyecto autorizando el aumento de los boletos sociales.
Porque es raro que un bloque que tiene mayoría absoluta y la ha utilizado en reiteradas oportunidades no haya determinado presentarlo en esta ocasión.