La creciente expansión en el puerto local, entendiéndose por ello el área de Ingeniero White y Puerto Galván, podría hacer que el movimiento de cargas aumente de los 13 millones de 2007 a 20 millones de toneladas este año.
En los últimos dos años, la fisonomía de la estación marítima cambió a partir del movimiento generado con la carga y descarga de contenedores. El pleno desarrollo de esa tarea se dio gracias a la habilitación del muelle multipropósito Andoni Irazusta, con un egreso anual de 15.000 contenedores.
Entre las inversiones para el futuro inmediato se encuentran las instalaciones y muelles de la cerealera Dreyfus y el emprendimiento de la minera Río Tinto como parte de la explotación de cloruro de potasio que se originará en Mendoza y se exportará a través del puerto de Bahía Blanca.
El presidente del Consorcio de Gestión del puerto local, Jorge Otharán dijo: «Con la generosidad de un canal de acceso de 97 km, el puerto conforma un sistema marítimo de amplias posibilidades ya que su profundidad, con 45 pies de calado y un ancho medio de 190 metros, brinda excelentes alternativas comerciales para granos, productos petroquímicos y cargas generales».
«Dentro de la estación marítima -continuó- se asignaron concesiones y permisos a Terminal Bahía Blanca operada por la empresa Bunge; a Toepfer; a Oleaginosa Moreno-Glencore; a Cargill, y recientemente a Dreyfus. Todas compiten en granos, fundamentalmente girasol, maíz, trigo y soja», dijo.
En el sector petroquímico están el muelle de Mega y el de la fábrica de fertilizantes Profertil. Completa el servicio la posta de inflamables que opera con hidrocarburos líquidos y gaseosos.
Otharán explicó que la inversión de Dreyfus «aportará US$ 47 millones en la concreción de un muelle, galpones de acopio, atraque ferroviario y vial. La inversión de Río Tinto es de US$ 170 millones. Ambos proyectos tienen asignado espacio físico para los emprendimientos. El primero ya firmó el contrato de concesión de uso; en cuanto al segundo, estamos redactando las últimas cláusulas». Además debe tenerse en cuenta que tanto Glencore-Moreno, como Terminal Bahía Blanca y Toepfer expresaron la voluntad de expandir sus plantas con lo que se amplían y diversifican las cargas, según añadió.
Entre los objetivos de las sucesivas administraciones del puerto está la profundización para permitir ingresar buques tipo Panamax, con lo que el de Bahía Blanca sería el único en el país en condiciones de atender ese tipo de embarcaciones. Hoy se hacen tareas de carga inicial de granos en los muelles del litoral y de completamiento en Bahía Blanca, por ser el único puerto con 45 pies de calado, pero la profundización a 50 pies es inminente.
«El dragado de mantenimiento ordinario es financiado con recursos propios del Consorcio de Gestión del Puerto, pero las tareas de profundización requieren una inversión de 45 a 60 millones que serán financiados por el gobierno nacional. El proyecto de profundización a 50 pies habilitará el ingreso y egreso de barcos de mayor calado, tipo Panamax, y continuar con el completamiento de carga de barcos que, por su calado, no pueden salir con carga plena de otros puertos, fundamentalmente la zona del núcleo sojero del Paraná Inferior», dijo Otharán.
Fuente: La Nación