lunes, noviembre 25, 2024

Opinión

Nada va a ser igual, pero es bueno que así sea para fortalecer la concertación

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Por Juan Carlos Stranges*

Nada va a ser igual, en definitiva lo que sigue estando en juego no es otra cosa que la distribución de la riqueza, el poder económico y político.

Los logros alcanzados en los primeros años de este proceso muestran que con actitudes pequeñas se puede reencauzar la gestión. Eso será posible con un mensaje más generoso y plural que nunca. Admitir los errores y dificultades es tarea cotidiana en nuestras vidas.

Los últimos acontecimientos vividos por todos hablan de vencedores y vencidos, sin embargo sabemos que los perdedores de estos tiempos siguen siendo los excluidos, los sin empleo, los trabajadores que siguen esperando nuevas posibilidades, los que dan cuenta día a día de su nueva condición, de su pobreza y de sus sufrimientos.

Los procesos de transformación social y cultural nunca son una tarea fácil ni lineal pero si constituyen a la vida social, a sus grupos sociales. En estos tiempos la urgencia de un proyecto social emancipador que se desarrolla con especificidad propia en el terreno de las prácticas culturales es el acto liberador, salvaguarda del poder social.

Es por esto que la gran empresa que la presidenta Cristina Fernández anuncio en su campaña y en el discurso del 10 de diciembre ultimo es la batalla cultural.

Para ello es necesario ganar el alma, el respeto y la tolerancia de la mayoría de nuestro pueblo a favor de una perspectiva productiva e inclusive para todos.

Un país que respete las instituciones, que valorice la producción del campo y que la coloque a favor de un proceso de desarrollo diversificado y competitivo, un país sin pobreza y crecientemente igualitario. Es lo que propugnamos en este proceso histórico argentino. Lo importante ahora es debatir el modelo de desarrollo y las medidas que trasciendan el día a día. Seguir el rumbo marcado el 25 de mayo 2003 es nuestro desafío pero no debemos demorarnos mucho más.

El pueblo espera. Fundamentalmente necesita que el gobierno elegido por el voto popular retome el rumbo. Necesitamos que los que más tienen sean los que más contribuyan para redistribuir en empleo, educación, seguridad y salud.

La implosión de lo cotidiano muestra y nos deja asomar y dar rienda suelta a la necesidad de recuperar la cultura del trabajo y la urgencia de intervenir liberadoramente allí, para poder construir una cultura nueva, no sólo reproducir la dominante sino la apertura a otras culturas mediante el diálogo y la no desigualdad. El aprendizaje no puede estar desligado del hecho cultural mismo, las resistencias objetivas y subjetivas que construyen al proyecto de soberanía popular hacen de su vida social la esperanza al cambio, a lo nuevo.

Para nada sirve la tranquilidad social aparente si no podemos cambiar las reglas y seguimos permitiendo que los que menos tienen sigan profundizando su pobreza transformándola en estructural. Debemos continuar el debate de a quienes beneficia lo que se produce y como logramos la cultura del trabajo reflejo del desarrollo sostenido y sustentable que buscamos todos como inclusión social.

Por ello debemos recuperar la idea de multiplicidad cultural del trabajo para enfrentar todos los intentos de destrucción de lo logrado hasta hora. La recreación histórica implica decisión, voluntad política, movilización, organización de cada grupo cultural con miras a fines comunes y exige, por lo tanto, cierta práctica y coherencia con los objetivos trazados. Exige una nueva ética fundada en el respeto a los diferentes.

Debemos construir la verdadera concertación plural, comprometemos darle más contenido al Frente Para la Victoria. Es saludable para nuestro futuro que los aspectos ideológicos, fundamento de una eficaz acción política, sean la base de unión de los sectores que intervienen, pero debemos sincerarnos como armamos la unidad de lo nacional y popular. La política llamada Concertación Plural es una herramienta permanente que articula al acumulado de expresiones políticas, sociales y culturales que se identifican con un proceso de cambios. Este proceso de cambio de no debe estar ajeno en su construcción reflejando una base consonante con su funcionamiento político. En esta puja hay sectores que manifiestamente se oponen constituyendo fuerzas que históricamente, han dado muestras de trabar cuando no, destruir a los gobiernos populares.

Definitivamente ha comenzado el proceso que nos lleve a la madurez política para que queden juntos quienes crean en similares principios que sirvan para sostener el nuevo modelo, ello nos enriquecerá y desarrollará la acción política, acción que nos permitirá profundizar los cambios hacia una sociedad más justa, solidaria, equitativa, inclusiva y para todos.

*Presidente Frente Grande Necochea. En el Frente para la Victoria