El contador municipal de San Cayetano, presuntamente involucrado en un caso de corrupción, se negó a presentar la renuncia que le pidió el intendente y exigió que sea el Concejo Deliberante el que lo remueva del cargo.
El mes pasado, el intendente Miguel Ángel Gargaglione (UCR) denunció el faltante de 180 tubos de hormigón que, según afirmó, fueron comprados durante la gestión de su antecesor en el cargo, el kirchnerista Miguel Ángel Stornini.
El lunes pasado, el intendente pidió la renuncia del contador municipal, José María Cinalli, por su presunta participación en el hecho que está en manos de la fiscal de Necochea, Silvia Gabriele, quien afirmó estar «totalmente convencida» sobre la existencia de un delito patrimonial, al tiempo que no descartó que en el tema haya una asociación ilícita de la que pudieran haber participado actuales y ex funcionarios municipales.
El intendente dijo que pidió la renuncia del contador municipal porque «en cámaras ocultas que se instalaron hace cuatro meses en mi despacho oficial aparecen imágenes que comprometen a Cinalli en relación a la compra y faltante de 180 tubos de hormigón en la gestión del ex intendente Stornini».
Reveló además que hay «diez horas de grabación, donde no sólo se ve a Cinalli, sino al proveedor municipal de esa compra y a cuatro testigos» y agregó que «las copias de los videos ya están en manos de la Justicia, pero no las haremos públicas para no entorpecer la investigación».
Sin embargo, Cinalli se negó a presentar su dimisión porque, según explicó a este diario, «no es facultad del intendente solicitarme que renuncie, porque a un contador municipal se lo puede remover de su cargo con un pronunciamiento del Concejo Deliberante».
Consultado sobre la denuncia que lo involucra en la compra y faltante de los tubos de hormigón, respondió que «en esta cuestión viene trabajando la Justicia, por lo que sólo voy a hablar al respecto una vez que esté el fallo correspondiente».