lunes, noviembre 25, 2024

Opinión

A los concejales se les escapó la tortuga

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Por Miguel Abálsamo

En el reino de la improvisación y de los anuncios de lo que nunca se realiza parece valer todo. El Departamento Ejecutivo cambió el pliego ya comprado por los empresarios, referente al Frente Costero. Esto sin pasar por el HCD. ¿Puede pedirse anulación de la licitación?

El empresario se mostró tan confundido e indignado como quien esto escribe.

En realidad en la administración ¨molinista» parece que nada es más increíble que la realidad, siguiendo con la tradicional manera de gobernar, sumando permanentes incoherencias, sin que los controles actúen, el poder legislativo ponga freno a estas actitudes, y la sociedad reaccione adecuadamente.

El empresario compró el pliego de licitación pública para la explotación integral de las unidades turísticas fiscales, para un plazo de concesión de veinte años, con opción a seis más, sobre el uso y explotación de nuestros principales balnearios en pleno corazón de la villa balnearia.

Recientemente, con la firma del señor Ricardo Jurado, actual Director de Control de Gestión y Concesiones del Municipio, los empresarios que habían comprado el pliego recibieron con fecha 11 de junio de 2008, una notificación donde dicha dirección argumenta concretamente lo siguiente:

«Tengo el agrado de dirigirme a ustedes, a los efectos de acompañar nuevo croquis gráfico de la modificación que se ha realizado del esquema de las Unidades de Sombra, el cual pasa a integrar el pliego, anulando el anterior».

A ver si usted amigo vecino comprende, analiza y le encuentra significado a lo escrito.

El Municipio de la ciudad de Necochea, conducido por el alcalde doctor Daniel Molina, y anunciado por el área dirigida por Ricardo Jurado (Control y Servicios de Gestión y Concesiones Municipales), cambia el pliego de licitación sin comunicarle a nadie, sin pasar por el Honorable Concejo Deliberante.

La pregunta es… ¿A los concejales se les escapó la tortuga..?

¿Cómo puede suceder esto…?

Si fue una picardía del Departamento Ejecutivo, la hicieron bien, aprovechando el descuido legislativo o la indolencia, si pasó inadvertido para los 18 concejales, oficialistas y opositores, tienen culpabilidades compartidas, todavía están a tiempo de subsanar este espanto.

Los argentinos nos acostumbramos a violar leyes, tratar sin respeto a la Constitución, y tomar determinaciones personales, esto es sempiterno en nuestro país. Doblemente sucede cuando faltan controles. El poder cree tener derecho a todo y pocas obligaciones ciudadanas.

A falta de controles mayor anarquía nos llama a la memoria recordar aquel axioma » dejad pasar…dejad hacer…».

La nota modificatoria del pliego original votado por mayoría radical en el HCD el día 24 de abril de 2008, añade además en su segunda página el escrito… «…se adjunta nuevo croquis gráfico por la modificación que se ha realizado del esquema de las Unidades de Sombra, el cual pasa a integrar el pliego anulando el anterior..».

Concretamente, en el primer pliego figuraban 350 unidades de sombra, ese pliego compraron los empresarios, en la modificación figuran 326, exactamente 130 unidades de sombra móviles y 196 unidades de sombra fijas, es decir 24 unidades menos.

No importa la cantidad, lo que importa es la falta de seriedad, la ilegalidad y el menoscabo a los que quieren invertir seriamente en el Frente Costero.

La seriedad y el respeto por el empresariado es inexistente, no necesitamos ahondar en conceptos. La única cara es la ilegalidad, puesto que las modificaciones a un pliego debían pasar por el Concejo Deliberante. Hecho que no ocurrió, fueron pasados de largo con tan descaro que aún sabiéndose mayoría por los diez ediles radicales, ni siguieran tuvieron la delicadeza ética de elevarlo a consideración para su aprobación.

Al reino de la improvisación se suma el principado de la impunidad. Todo vale.

Ni hablar de lo mal que queda la ciudad cuando estos empresarios comuniquen a sus pares el trato que se les dispensa, cambiándose reglas de juego.

A los concejales todavía le quedan tiempos de rectificar esto, haciendo valer con firmeza el Legislativo como uno de los tres poderes junto al Ejecutivo y Judicial, después de este trato vergonzoso donde se lo deja en ridículo.

A los ediles se les escapó la tortuga.

Otro punto a destacar es lo público y lo privado.

Los compromisos privados en el Frente Costero estarán, la pregunta es ¿El estado municipal está en condiciones de cumplir lo público con sus promesas de inversiones y obtención de créditos como anunciaron pomposamente al presentar el proyecto?

Hay que tener en cuenta que muchos privados compraron el pliego y se animan a las inversiones porque están confiados en el aporte público. Nadie duda que las obras municipales en el corazón de la arena playera no se harán, porque los créditos pedidos fueron rechazados y el municipio con una deuda de treinta millones de pesos no está en condiciones de obtener financiamiento bancario, ni nacional (Banco Provincia que ya lo rechazó) e imposible internacionalmente hablando.

Afirmado por el funcionario encargado de este proceso de licitación, Fernando Tripiana y el propio intendente Daniel Molina.

La pregunta final debería ser… ¿ante tantas ilegalidades no será tiempo de desensillar hasta que aclare y parar esta licitación?