Acusar al campo de «golpista» es una pavada, dijo el doctor Duhalde y pidió «tranquilidad y ecuanimidad» a los legisladores que deberán votar el proyecto que el Gobierno mandó al Congreso. Fue en el marco del encuentro del Movimiento Productivo Argentino que presidió Carlos Brown, el Dr. Christian H.Lence y el propio Eduardo Duhalde.
El ex presidente Eduardo Duhalde calificó como «una pavada» acusar al campo de «golpista». En tanto recomendó a los legisladores «tranquilidad y ecuanimidad» a la hora de votar el proyecto que envió el Gobierno al Congreso para destrabar el conflicto que mantiene con sectores del agro.
«Los golpes de Estado no los dieron la Sociedad Rural o alguna entidad del agro. Somos más responsables los justicialistas que las entidades del agro. Sobre todo cuando hablan de Isabel Martínez de Perón. ¿Qué tuvo que ver el agro? ¡Nosotros tuvimos más que ver…, señora Presidenta!
¿Las Tres A eran de la SRA? ¿Los grupos guerrilleros combatientes a una presidente constitucional eran de la gente del campo? Esa Triple A asesina y esos militantes guerrilleros generaron una coartada ideal para que las Fuerzas Armadas dieran el golpe», afirmó el doctor Duhalde al inaugurar una sede del Movimiento Productivo Argentino en Mar del Plata que preside Carlos Brown y que en Mar del Plata tiene como referente a Cristian Lence. Entre las personalidades que asistieron a su presentación estuvieron los diputados nacionales, Jorge Sarghini, Francisco De Narváez, Dante Camaño, la radical Vilma Baragiola y Luis Barrionuevo, la senadora nacional Hilda González de Duhalde, Javier González Fraga, Julio César «Chiche» Aráoz. Entre los invitados marplatenses se destacaron el empresario Quique Cabrales, el padre Armando Ledesma, el dirigente agropecuario Mario Raiteri, Abel Ayala y Mauro Palumbo, ex concejales, candidatos a intendente y dirigentes sindicales.
Duhalde también dijo -ver aparte-, entre otras cosas que «esto va a seguir si el Congreso no actúa con tranquilidad y ecuanimidad, buscando soluciones que contemplen a todos. Le haría muy bien al Gobierno y a la producción», al referirse específicamente al rol que tendrán los legisladores en el conflicto entre el Gobierno y el campo. «No tengo enfrentamientos con nadie. Quiero que se solucione el problema», dijo.
Enojo y desprecio
«Me enojo mucho cuando se ataca a los sectores productivos. Es un enojo justificado porque no hay derecho. Muchos políticos disparaban el 28 de febrero de 2002, y los hombres del campo pusieron el pecho porque les fui a pedir ayuda. Necesitaba un par de retenciones, no estaban muy de acuerdo con las retenciones, pero ellos advirtieron que era retenciones o guerra civil», sostuvo.
Entonces aseguró que «cómo no estar agradecido. Cómo no sentir desprecio por aquéllos que los atacan indebidamente. Con teorías de hace 40 ó 70 años. Cómo puede ser. Resulta que ahora una entidad puede ser golpista porque alguno de sus miembros no piensan políticamente como pensamos nosotros. ¿Qué disparate es ése? Además es una mentira. Es un relato histórico equivocado». Y fue aquí cuando agregó las palabras que abren estas líneas.
«Hablar hoy con las categorías de hace 50 años es una estupidez, una pavada. No reconoce ningún razonamiento lógico. Por eso quiero homenajear a todas las entidades del campo porque siempre estuvieron con nosotros. Porque en el momento mas difícil, cuando no teníamos mucho tiempo para salir, fueron los primeros que pusieron el hombro».
A medida que transcurrió la charla ante un auditorio completo, el presidente honorario del MPA aseveró que «ahora son momentos difíciles y críticos. No me gusta echar leña al fuego. Hay que ser cuidadosos, cuando una actitud del Gobierno no nos gusta porque entendemos que no es responsable debemos ser doblemente responsables porque el que paga es el pueblo».
Desechó las palabras del dirigente piquetero Luis D’Elía que lo acusó de «golpista» y reiteró que eso «es una pavada. Me río», sostuvo. Y en ese tema añadió que «hay que bajar los decibeles. No hablar mas de golpismo. Y el campo tampoco tiene que utilizar expresiones agresivas».
Avanzó en el conflicto entre el Gobierno y el campo y fustigó que el secretario de Agricultura no intervenga en el problema con el agro. «Lo sacaron de escena», afirmó.
Kirchner
El ex presidente se acordó de Néstor Kirchner. «Sacó el Ministerio de la Producción. No se reunieron más los gobernadores una vez por mes como lo venían haciendo. Es una forma de gobernar que trasplantó un gobernador experimentado de una provincia (Santa Cruz) de 250 mil habitantes, pero que traído a nivel nacional generó los conflictos que estamos teniendo».
Pero aclaró que «de todas maneras esto que ponemos en marcha (el MPA) tiene ese peso: pensar en el futuro que tenemos que cambiar». Y en ese sentido avanzó con una serie de ejemplos de falta de productividad: «Perdemos tiempo, discutimos cosas que no tenemos que discutir. De las 10 empresas que más facturan sólo dos son nacionales. Es muy importante que se desarrollen grandes empresas en el país. Hay que entender eso». Y dio números de los sectores productivos que no están impulsados como la industria de la madera o el sector minero y abogó para que se hagan programas en ese sentido.
Y cerró la charla con una frase de su autoría. «Se reían de mí cuando decía que Argentina está condenada al éxito. Porque no entienden, no saben, no la conocen. No quiero cargar las tintas en este Gobierno porque los anteriores tampoco pudieron resolver el problema» Y cerró «Argentina está condenada al éxito».
«El Congreso tiene una oportunidad histórica»
«Esto va a seguir si el Congreso no actúa con tranquilidad y ecuanimidad, buscando soluciones que contemplen a todos. Le haría muy bien al gobierno y a la producción», sostuvo el doctor Duhalde al referirse específicamente al rol que tendrán los legisladores en el conflicto entre el Gobierno y el campo.
Duhalde, en otro momento de su charla dijo que «empecé a hablar con los legisladores. Quiero aconsejar desde acá a los diputados nacionales. Que tengan en cuenta varias cosas: la primera es que el Parlamento tiene cada día menos credibilidad. Si votamos tal cual va el proyecto no solucionamos nada. El problema es el mismo porque hay gente que considera que ha sido estafada por el gobierno. Si lo rechazamos tampoco es bueno para la Argentina porque el gobierno no necesita desacreditarse cada vez más. Necesitamos que siga los años que corresponden y que resuelvan otros problemas más graves que mucho tienen que ver con el crecimiento. Tiene que sacarse el tema de encima».
No dejó pasar la oportunidad para aconsejar a la presidenta y sobre el tema dijo que «haga un esfuerzo para encontrar la solución que conforme. Qué el Congreso busque la manera de encontrar el dinero que necesita el gobierno y dejar a los chiquitos, a los que van a desaparecer. Esta es la oportunidad porque todos aprendieron mucho más del campo».
Congreso deteriorado
«Es malo que pierda el Gobierno y que pierda el campo. Hay que buscar una solución. El Congreso que está deteriorado en la opinión pública tiene una oportunidad histórica de buscar una solución que contemple tanto lo que el Gobierno necesita: mayores ingresos y, sobre todo, lo que los pequeños productores necesitan: seguir viviendo. Los productores están muy disconformes. Esto va a seguir si el Congreso no actúa con tranquilidad y ecuanimidad, buscando soluciones que contemplen a todos. Les haría muy bien al Gobierno y a la producción», aseguró el ex presidente.
Finalmente tuvo palabras para el paro del campo. «Creo que el paro como acción directa está perdiendo efecto. La gente sufre mucho», aseveró y de paso les mandó un mensaje a los sectores del agro: «Hay que dedicarse a convencer a los legisladores, hablar con los gobernadores para buscar una solución que termine con el conflicto. Este es un conflicto muy profundo».