Así se lo anunciaron en Vialidad a los integrantes del Conaduv, entidad que nuclea a los usuarios. Estos pidieron la eliminación de todas las garitas de peaje en la Provincia y una nueva concepción para realizar obras de infraestructura y su posterior mantenimiento.
¿Quitará la Provincia las concesiones en las rutas 2 y 11? Si bien la actual gestión ya anunció que ésta es una posibilidad concreta, el jueves 29 la dirección de Vialidad bonaerense aseguró que antes de tomar una decisión al respecto se llamará a una audiencia pública, con la participación de intendentes, vecinos, usuarios viales y especialistas en la materia.
Fue durante una reunión que se realizó en La Plata entre miembros del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (Conaduv) y el subadministrador de este organismo, Javier Goñi. Así se lo confirmó a Hoy Ricardo Lasca, coordinador de este comité, luego del encuentro.
En el mismo, el Conaduv solicitó a la Provincia la implementación de un proyecto vial integral, que contemple básicamente- la eliminación de las cabinas de peaje, la reasignación de los fondos viales (más de 12 mil millones de pesos) y una nueva concepción para otorgar obras de infraestructura y su posterior mantenimiento.
“La audiencia fue positiva. Ahora el gobernador Scioli tiene la gran oportunidad de mostrarle a la sociedad cómo se deben hacer las autopistas. Esperemos que no la desperdicie”, señaló Lasca, uno de los hombres más avezados en este tema.
El Conaduv, que también estuvo representado por Jorge Garay (de Apyme) y Fernando Rufranco (de los Vecinos Autoconvocados de Chascomús), entiende que el actual sistema de concesión de autopistas es “inconstitucional, por lo tanto ilegal, discriminatorio y perverso”.
La idea base para eliminar las garitas es implementar un mecanismo de peaje indirecto o la sombra. El usuario podría circular por la traza sin ningún tipo de barrera, ya que ésta se debería mantener con los fondos que actualmente el Gobierno recauda en concepto de impuesto al combustible, por imperio del decreto ley 505 del año ‘58. Son más de 12 mil millones al año. Además, durante la gestión de Fernando de la Rúa se creó el impuesto al gasoil, el que significa unos 1.800 pesos al año.
“Se debería reasignar un porcentaje para hacer obras y mantenerlas”, opinó Lasca.
Paradójicamente, en la provincia de Santa Cruz se utiliza un sistema similar, bautizado como Crema: Construir, Reparar y Mantener, que no tiene peaje directo como el de las autopistas metropolitanas, por donde circulan más de 2 millones de vehículos cada día hábil.
El Conaduv, donde confluyen diferentes entidades, como el Frente Agropecuario Nacional, no se opone a la participación de capitales privados, pero sí a las extensísimas concesiones como las vigentes.
“A las empresas que ganen las licitaciones se les debería pagar por módulos de kilómetros terminados. Y luego, el Estado se haría cargo de las rutas. Así se terminarían varios problemas, como la discusión sobre la libre circulación y los caminos alternativos. Sin peajes, finaliza la ilegalidad actual”, puntualizó este especialista, en diálogo con Hoy.
Según fuentes oficiales, la Provincia habría detectado algunas irregularidades en la ejecución de los contratos de las concesiones de las citadas autovías, 2 y 11. Esta sería uno de los argumentos más fuertes para rescindir el vínculo.
El caso de la ruta nacional 2, actual autovía, es paradigmático. No se creó un camino paralelo, nuevo para formar una autovía, sino que se mejoró el existente, coartando la alternativa de viajar sin abonar peaje.
En febrero se sancionó en la Provincia la ley de iniciativa privada (aún falta su reglamentación), la que abre las puertas para el mejoramiento de rutas y la construcción de autopistas con la instalación de garitas de peaje.
En Necochea, por ejemplo, el intendente Daniel Molina (radical K) ya planteó la posibilidad de instalar cabinas en la deteriorada ruta 88 que separa a Mar del Plata de ésta ciudad, para su remodelación.
El espíritu del peaje no es subsidiar un emprendimiento futuro, sino una contraprestación por un servicio inmediato. En este caso, el de transitar por un camino alternativo, con cierto estándar de seguridad y confort. No parece, entonces, adecuarse este instituto a la idea. El caso de la 88 no es aislado.
En muchos otros caminos bonaerenses y nacionales se instalan cabinas de peaje, se cobra y luego se los refacciona. Es decir, el automovilista subsidia a un privado por un servicio que debería ser gratuito. (DIARIO HOY DE LA PLATA)