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En el marco de denuncia que tomó estado público sobre trabajo infantil en un establecimiento rural de la localidad de Exaltación de la Cruz, provincia de Buenos Aires, la UATRE y OSPRERA ratifican la defensa de los derechos de la familia rural y la meta de erradicar el trabajo no registrado, llamado “en negro”, situación que precariza las relaciones laborales y favorece la ocupación de mano de obra infantil.
Estas organizaciones instan al cumplimiento efectivo de la Ley 25.191, que creó por impulso de la organización gremial el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) y, en consecuencia la Libreta de Trabajo Rural, que es la herramienta fundamental para retirar a los niños del trabajo y asegurar, entre otros derechos a los trabajadores del sector rural la inclusión en el sistema de la Seguridad Social.
La UATRE señala que este procedimiento llevado a cabo en forma conjunta con el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires es el primero de una serie que tiene como meta erradicar el trabajo infantil, el trabajo no registrado o precarizado y demás condiciones que atentan con el pleno ejercicio de los derechos de los trabajadores; cabe señalar que el trabajo no registrado se produce en forma simultánea a otros avasallamientos de derechos pues está acompañado por la indocumentación, condiciones de vida insalubres y relaciones cercanas al sometimiento a servidumbre de los trabajadores.
Todas ilegalidades que han sido denunciadas en forma permanente por la UATRE y OSPRERA y que, además se producen en muchas otras actividades rurales, como plantas tabacaleras, algodonales, producción de cebollas, yerbatales y olivares entre otras, distribuidas en otras provincias argentinas.
Las organizaciones de los trabajadores del surco desarrollan acciones en forma tripartita con entidades de empleadores y con el Estado para erradicar el flagelo del trabajo infantil a través de programas de sensibilización, formación y capacitación en todo el país.
“La igualdad de oportunidades para la enseñanza básica obligatoria, programas educativos flexibles y complementarios entre áreas rurales y urbanas, y el destierro de prácticas culturales que consideran el trabajo infantil como una necesidad formadora de la personalidad son factores que deben tenerse en cuenta a la hora de combatir el trabajo infantil”, señaló el Secretario General de la UATRE, Cro. Gerónimo Venegas.
La UATRE y OSPRERA crearon la Comisión Investigadora para la Erradicación del Trabajo Rural Infantil (CIPETRI), a través de la cual desarrollan intensas campañas de sensibilización sobre el trabajo infantil, y lo hacen en forma conjunta con organismos del Estado, con organizaciones no gubernamentales, tanto en el ámbito nacional como internacional, cuando en la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación (UITA) el propio Gerónimo Venegas denunció que, en la Argentina alrededor de 400 mil niños rurales son sometidos a trabajar.
El sindicato de los rurales, tanto como la obra social del sector, participaron con carácter consultivo sobre diferentes aspectos inherentes a la Ley 26.061 de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescente; contribuyeronn en el trazado de ejes para la implementación del Plan Nacional elaborado en el marco de la Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil que funciona en la órbita del Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social de la Nación; a través de la representación oficial en la Confederación General del Trabajo (CGT) continuaron trabajando en la CONAETI-MTEySS de la Nación fortaleciendo todas las acciones tendientes a la erradicación del trabajo infantil, entre ellas que pueden citarse los Encuentros Nacionales de las COPRETIS (Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil) y la elaboración del Mapa sobre trabajo infantil rural en argentina.
Venegas finaliza el comunicado explicando: “Un niño que trabaja no tiene oportunidades, posee una inmensa carga que le absorbe tiempo y energía, y le impide el acceso a la escuela y mucho más, la posibilidad de jugar. Los niños merecen cuidado y protección especial, mientras que el trabajo entorpece el desarrollo, físico, mental espiritual, moral y social.
El trabajo Infantil vulnera el desarrollo integral de los afectando derechos humanos elementales como el derecho a la salud, a la educación universal obligatoria, de calidad y gratuita, a la igualdad de trato y oportunidades y a la no discriminación.
Todas las acciones para la prevención y erradicación del trabajo infantil deben contemplar la garantía de la concurrencia de los niños a la escuela. Para erradicarlo debemos recuperar la Justicia Social impulsando políticas nacionales y regionales que promuevan la distribución equitativa de la riqueza, políticas de desarrollo productivo con generación de empleo y respeto por los derechos fundamentales del trabajo y políticas públicas con asignación de presupuesto para el cumplimiento efectivo de las normas vigentes sobre erradicación del trabajo infantil, fortaleciendo alianzas en el marco de políticas sociales de carácter universal”.