Por Roberto Berasategui
Ortelli venció en Paraná con un Mégane y cortó más de 11 años sin éxitos de Renault; lo siguieron Bugliotti y el debutante Risatti.
«Las últimas seis vueltas se me hicieron interminables. Sentí como que recién arrancaba la carrera. Es que en la última parte se me cayó encima toda la historia de Renault en el Turismo Competición 2000, el tiempo que pasó de mi anterior triunfo, la formación del equipo, su crecimiento, mi amistad con los responsables del team » Guillermo Ortelli comentaba sus sensaciones, mientras el calor dentro de la carpa de prensa obligaba al gran protagonista de la fecha inaugural de la temporada a trasladarse al trailer aledaño, donde el aire fresco permitía al menos recomponerse.
La carrera de ayer fue histórica para una marca que también es histórica en el TC 2000. Desde aquella victoria de Omar Martínez en
La de ayer fue una carrera histórica. Por eso la emoción de Ortelli, que al recibir el saludo de Guillermo Kissling, se confundieron en un abrazo salpicado de lágrimas, que no hacía más que reflejar el trabajo de un grupo comandado por Edgardo Fernández, que mantuvo una conducta firme, pese a los resultados esquivos que no hicieron mella en la actitud del equipo. Así llegó la primera victoria del modelo Mégane, para acoplarse a la historia de sus antecesores R.18, Fuego y R.19. Así se metió en la galería de ganadores, la primera bajo el nuevo reglamento, el de los pontones protagónicos, el de las llantas de
La de ayer fue una carrera histórica. Porque Ortelli, que busca con constancia, pero sin desesperación el título en el TC 2000, mostró el potencial de su auto, pero fundamentalmente el propio. Hay un dato que no es menor: todas las finales que corrió hasta ahora las ganó; venció en el debut de la temporada en el Turismo Carretera, en Mar de Ajó (la segunda, en Balcarce, no la corrió), y también hizo lo mismo en el TC 2000, en la capital entrerriana. Y llegó a las ocho victorias en la categoría: la última había sido en Concordia, también en Entre Ríos, el 9 de octubre de 2005, y también con una marca francesa: Peugeot 307.
La de ayer fue una carrera histórica. Porque fue la presentación de varios protagonistas que cambiaron de estructuras, o directamente, por el debut de algunos pilotos. Y el más destacado fue Ricardo Risatti, que con uno de los tres Chevrolet Astra alcanzó el podio, tras liderar la final durante 13 vueltas. Una actuación brillante del piloto de Laboulaye, que se mostró de la mejor forma ante la afición argentina, que sólo lo conocía por su paso en
La de ayer fue una carrera histórica. Porque fue la primera del equipo Chevrolet post Matías Rossi. Y fue la primera del actual campeón post Chevrolet. En ninguno de los dos casos lograron la victoria. Rossi marchaba 10°, cuando en la última vuelta ingresó en los boxes, en una decisión netamente especulativa, ya que prefirió no acumular puestos de penalización para la próxima fecha, en Salta. No se dejó llevar por el fragor de la competencia (había largado desde el 26° puesto, brillante) y miró más allá de las narices de su Mégane, en Paraná. En el caso de Chevrolet, la algarabía se depositó en Risatti, por las expectativas generadas en su condición de debutante. Marcelo Bugliotti perdió buenas posibilidades en la largada («Patiné mucho, sino podría haber sido otra la historia», confesó), y Christian Ledesma padeció inconvenientes en la caja de cambios.
La de ayer fue una carrera histórica. Porque se reflejó la llegada de una nueva generación de pilotos. Al margen de Risatti, de José María López -dueño de la pole position con el Honda-, también se destacó otro portador de apellido ilustre: Josito Di Palma. El arrecifeño largó 7°, mantuvo el ritmo de competencia y arribó 5°. «Fue una gran carrera para mí. Esto es muy importante, demasiado», acotó. El mismo Juan Manuel Silva había indicado el sábado que notaba «el empuje de los más jóvenes».
La de ayer fue una carrera histórica para el TC 2000. Por Renault, por Ortelli, por Risatti y por la continuidad de un camino exitoso, que permite las variantes que originaron una jornada para el recuerdo. En las estadísticas y en las emociones. Que un grande del automovilismo como el ganador de ayer, que alcanzó el récord de triunfos con marcas distintas, se sensibilice por una victoria, marca una pauta imposible de ignorar.
* Pechito López se lució, ganó y lo excluyeron
José María López ganó en la carrera clasificatoria, previa a la final, por lo que se aseguraba el primer puesto en la largada de la final. Pero en la revisión técnica fue «excluido parcialmente» por contar con el alerón trasero fuera de los
4110 los días que pasaron entre la última victoria de Renault y la de ayer. Omar Martínez había ganado en
5 las marcas con las que ganó Ortelli en el TC 2000: Ford, Chevrolet, Peugeot, Honda y Renault. Alcanzó a Traverso, que se impuso con Ford, Renault, Peugeot, Honda y Toyota
70 los triunfos de Renault en el TC 2000 en 29 temporadas: 4 victorias con el R.18; 54, con Fuego; 11, con R.19, y ayer, la primera con Mégane. (LA NACIÓN)