Por Damián Rodera
Hasta poco antes de la crisis de 2001 el robo de carteles de tránsito era casi artesanal: con un par de herramientas, el interesado quitaba uno por uno los tornillos de los postes, se cargaba la chapa al hombro, y a pie o en bicicleta seguía su camino. El uso del metal variaba: se vendía por unos pocos pesos, se usaba para reforzar el techo de una vivienda precaria, podía integrarse a una colección extravagante, o –hay casos detectados- emplearse como “parche” para reparar autos de carrera.
La actividad se “profesionalizó” cuando por efecto de la devaluación del peso se incrementó el valor de los metales. Los carteles de tránsito –fabricados en aluminio- se convirtieron en un ambicionado botín que se vendía fácilmente en cualquier acopio del rubro. Por un kilo de aluminio hoy se pagan alrededor de 4 pesos.
Los robos constantes obligaron a cambiar el aluminio por chapa galvanizada, aunque los carteles siguen siendo negocio. Llaves y pinzas fueron reemplazadas por modernas motosierras. Ahora se cortan directamente los postes, y las chapas son apiladas en camionetas que llegan a recorrer cientos de kilómetros “levantando” carteles de las banquinas. Se calcula que para que una señal permanezca en su sitio se necesitarán en promedio dos reemplazos.
Sin recursos
La situación se repite en toda la provincia. Y si a esto se suma el magro presupuesto que el gobierno bonaerense destina a señalización, se explica por qué sobre un total de
Así lo admitieron fuentes de
Gustavo Brambati, jefe de Seguridad Vial de Cesvi Argentina, explicó la importancia de las señales de tránsito. “Para el conductor es información fundamental porque le permite anticipar sus maniobras, especialmente de noche. Un cruce peligroso, una curva cerrada, es información muchas veces decisiva para evitar accidentes”.
Técnicos de Vialidad estiman que una señalización mínima de estos 8 mil kilómetros de rutas demandaría una inversión cercana a los 215 millones de pesos, entre señales verticales (cartelería) y horizontales (pintura sobre pavimento).
Buscando paliar este y otros déficits, ese organismo provincial solicitó para este año un presupuesto total de 1000 millones de pesos.
Roberto Moya, representante de Vialidad ante el Consejo Provincial de Seguridad Vial, indicó que las únicas rutas bonaerenses bien señalizadas son la 2 y la 11, ambas concesionadas. Es que –aunque no siempre lo hagan del modo ideal- las empresas concesionarias están obligadas por contrato a mantener la cartelería en condiciones. Para ello, cuentan con los millonarios ingresos que recaudan con el cobro de peajes.
El funcionario explicó que también las rutas 63 y 71 (esta última en el tramo Pinamar-Las Armas) cuentan con una correcta señalización: en ambos casos, los recursos provienen del peaje de la ruta 11.
Alambre y voluntad
La escasez de recursos no sólo se materializa en la falta de señales. Los materiales que se emplean para la construcción de carteles son cada vez más baratos (se usa el denominado “papel grado de ingeniería” que no tiene la calidad recomendable). Para demarcar rutas no sólo se usa la pintura menos resistente sino que a veces hasta se la diluye en agua para que rinda más, según admitieron en varias de las 12 jefaturas que Vialidad tiene en la provincia. Además, la falta de financiamiento ha vuelto recurrente el reemplazo de la cartelería vertical por la horizontal: la curva que antes se anunciaba en un cartel junto a la banquina ahora se pinta directamente en el asfalto.
“La señalización horizontal debería funcionar como un refuerzo de la vertical y nunca como reemplazo. El cartel en la banquina permite una percepción visual muy superior a la horizontal” explicó Brambati.
En Vialidad de Necochea aseguran que, en comparación con 2002, la señalización ha mejorado, pero el déficit sigue siendo importante. Sobre un total de
En la jefatura Junín –que abarca nueve partidos y más de
Misterio en el kilómetro 130
El mojón que marca el kilómetro 130 de la ruta 2, en el partido de Chascomús, debe reponerse una vez por semana. Como por arte de magia, ese pequeño cartel de metal desaparece sistemáticamente. En la zona se han ensayado distintas respuestas, desde sesudas explicaciones científicas hasta inquietantes historias protagonizadas por almas en pena. No obstante, el consenso general apunta a un burdel sin nombre legal conocido en la zona como “kilómetro
Cada uno de estos “recuerdos” le cuesta al estado provincial entre 120 y 150 pesos, según la calidad del material y sin sumar los 30 pesos del poste de madera.
Pero además del robo, los daños a los carteles también obligan al recambio. “El año pasado el taller de Vialidad
Stickers, rayaduras o pintura son algunos de los daños más comunes que exhibe la escasa cartelería bonaerense. Aunque ninguno más tradicional que el disparo con armas de fuego; el blanco más elegido por los tiradores es la figura de vaca, la del cartel amarillo que previene de un eventual cruce de animales. Y se sospecha que muchos de estos impactos se realizan desde vehículos en movimiento.
Peso a peso
Los carteles de tránsito, fabricados con material especial para permitir su visibilidad por la noche, tienen un valor alto. Como Vialidad dispone de cuatro talleres en la provincia, y además emplea materiales más económicos, los precios son bastante inferiores a los de mercado. No obstante, cada cartel preventivo (el clásico amarillo) o los reglamentarios de velocidad le cuestan a
Los informativos, tanto de orientación como turísticos y de servicios, tienen un valor de 760 pesos, más dos postes de madera por unidad.
Pero lo más caro es la pintura: se necesitan 25 mil pesos para demarcar un kilómetro, con un producto de calidad que dura 5 años (otras más baratos tienen una vida útil de entre 6 meses y un año).
De los 215 millones de pesos que Vialidad estima serían necesarios para señalizar los 8 mil kilómetros de ruta mencionados, 200 se llevaría la pintura y los 15 restantes la cartelería. En este ítem, estarían faltando –sólo para alcanzar una señalización discreta- unos 10 mil mojones (1.500.000 pesos), 32 mil carteles preventivos (11.520.000), 2100 carteles informativos entre orientación y turísticos (1.800.000 pesos) y 1600 de velocidad (550 mil pesos)
Junín: Falta 30 % de carteles en
En la jefatura Junín –que abarca nueve partidos y más de