De acuerdo a los primeros nombres que se conocen, el intendente electo Dr. Arturo Rojas, ha decidido por la experiencia.
Según sus propias palabras, no hay tiempo que perder y no se puede dar el lujo de poner funcionarios que aprendan sobre la marcha.
Esto lleva a que además de experiencia, ya tienen sobre sus hombros varias críticas por sus gestiones pasadas y eso puede pesar al momento de tomar decisiones.
Otras características que se fue conociendo en las últimas horas, es que el Jefe Comunal designa a los secretarios y permite a estos que elijan a sus colaboradores.
Esto tiene dos lecturas, por un lado, les dar libertad para que cada secretario se rodee de gente de su confianza, lo que le dan mayor margen de maniobra y evita internas.
Por otro lado, cuando cambia al secretario, junto con él se van todos sus colaboradores, provocando cambios drásticos.
Cada maestrito con su librito, según un viejo dicho, y habrá que ver en el andar que resultados le da esta decisión al intendente electo.
Por la situación en la recibe el Municipio, tendrá poco margen de espera por parte de la ciudadanía.
Y aunque parezca un contrasentido, lo realizado en el Consorcio provoca mucha expectativa en la comunidad, que, aunque sabe que no tendrá los mismos recursos económicos, confía en que la impronta lo llevará a buscar alternativas.
El deterioro de las calles, la falta de agua en pleno verano, el pago atrasado de los sueldos, la deuda con los proveedores, son temas que deberán ser resueltos en el cortísimo plazo.
Si el Dr. Rojas, utiliza la muletilla de la herencia, ya desgastada por Cambiemos, provocará fastidio y poca paciencia de la ciudadanía.
Si al contrario, informa claramente la situación en la que recibe el Municipio, y deja en claro los pasos a seguir, por más duros que sean, sin lamentarse, tendrá un fuerte respaldo.
Se necesita funcionarios serios, con capacidad de gestión y resueltos a tomar las decisiones que hagan falta.
