Las jóvenes estudiantes inundaron ayer las principales ciudades de Chile para exigir el término del patriarcado y de la violencia machista dominante en los distintos espacios públicos y privados.
«Contra la violencia machista, educación no sexista»; «Gritaremos más fuerte que nunca porque el patriarcado ya no nos asusta», «Abajo el patriarcado y capitalismo juntos», decían algunas de las pancartas levantadas por las manifestantes.
En la capital la movilización comenzó en la Plaza Italia para desplazarse por la calzada sur de la Alameda Bernardo O’Higgins, deteniéndose en el frontis de la tradicional Universidad Católica, de cuya Facultad de Derecho se conocieron en las últimas horas los comentarios que suelen hacer algunos docentes a sus alumnas.
«Señorita qué hace con ese escote, ¿usted vino a dar una prueba oral o a que la ordeñen?»; «Hay que exigirles más a las mujeres feas porque las lindas, aunque tontas, igual encuentran marido, pero fea y tonta no hay quién la aguante», son frases que se conocieron y que llevaron al rector de esa casa de estudios, Ignacio Sánchez, a hacer un llamado a denunciar.
Simultáneamente se desempolvó un protocolo que recuerda a los académicos no atender a sus alumnos a puertas cerradas como tampoco mantener grupos de Facebook o Whatsapp.
A la misma hora, el ministro de Educación, Gerardo Varela, afirmaba ante el Senado que las mujeres que trabajan en su gabinete saben enfrentar esas «pequeñas humillaciones», calificativo que le valieron réplicas inmediatas de parte de las legisladoras.
El movimiento feminista partió en abril en la escuela de Derecho de la Universidad de Chile como una toma por parte de las estudiantes de la facultad para reclamar por la demora en un sumario contra el ex presidente del Tribunal Constitucional y profesor de derecho administrativo, Carlos Carmona.
El respetado académico fue denunciado por una alumna que formaba parte de su equipo de ayudantes que sufrió su acoso laboral y sexual.
El decano Davor Harasic sancionó con tres meses de suspensión por faltas a la probidad a Carmona, quien apeló al rector, Ennio Vivaldi, rechazándose su solicitud de nulidad del sumario.
Vivaldi, recién reelecto en su cargo, reconoció hoy ante el Senado que «al mirar retrospectivamente nos preguntamos cómo toleramos situaciones, como por ejemplo, la esclavitud, el voto censitario, la distinción entre hijos nacidos dentro y fuera de un matrimonio» hasta hace pocos naturalizadas y legitimadas dentro de la sociedad.
Explicó que han tomado medidas ante los casos de violencia de género, pero para las estudiantes, las medidas han sido reactivas, como lo han ratificado las asambleas que se han realizado en todos los campus universitarios, en la previa de la marcha de hoy.
Pero no sólo las estudiantes se sumaron este verdadero «tsunami femenino», la organización Comunidad Mujer escribió al diario El Mercurio para anotar lo «tremendamente decidora» que es la educación en Chile al observar la fotografía de los integrantes del Consejo de Rectores de Chile (CRUCH) que retrata a 26 hombres.
«Mientras, muchos se sorprenden de la masiva movilización de estudiantes reclamando igualdad de género, una educación no sexista y protocolos para casos de acoso sexual, que se ha tomado la agenda de nuestro país, ¿cómo no entender la actual movilización con una foto como esta?», interrogaron.
Y sostuvieron que «para avanzar en igualdad en educación, su dirigencia no puede seguir siendo un feudo únicamente masculino.
Esta exclusión tan evidente no se condice con la razón y el pensamiento que deben primar en estos espacios».
Añaden que hace ya casi un mes que partió la primera toma, y el movimiento, ya expandido a 15 universidades, «es un llamado de atención sobre la necesidad de una real transformación de las relaciones de género. Solo así se podrá avanzar realmente en detener todos los tipos de violencia que se ejercen sobre las mujeres». (ANSA).
