El quinto día de bloqueos de camioneros agravó la crisis de desabastecimiento en Brasil ante lo cual San Pablo declaró el estado de emergencia, mientras en Río de Janeiro se iniciaron acciones para la participación militar ordenada por el presidente Michel Temer.
San Pablo y Río de Janeiro, las dos ciudades más importantes del país, presentaron hoy un aspecto similar al de los fines de semana, con una reducción significativa de la circulación de autobuses y automóviles particulares.
En San Pablo sólo circuló el 40 por ciento de la flota de buses mientras el tránsito de vehículos particulares cayó significativamente, debido a la falta de gasolina en los puestos de venta.
Las últimas gasolineras con combustible tenían colas de automóviles de varias cuadras, con clientes estacionados desde la madrugada para poder adquirir el producto.
Debido a la falta de combustible hoy no hubo recolección de residuos y los vehículos de la policía realizaron patrullajes más breves.
El alcalde paulista, Bruno Covas, declaró hoy el estado de «emergencia» ante una grave merma en el ingreso de combustibles, alimentos, insumos hospitalarios y otros productos.
El decreto autoriza a las autoridades a incautar el combustible depositado en puestos de gasolina e, incluso, comprarlo en refinerías y transportarlo por medios propios. Covas acompañó hoy un operativo de la policía en el que se incautaron 240 mil litros de gasolina en un depósito, los cuales serán utilizados para funciones «prioritarias» como son las fuerzas de seguridad y las ambulancias.
Si el paro no se levanta en las próximas horas y la situación continúa deteriorándose Covas no descarta declarar el estado de «calamidad».
Fuentes de la alcaldía admitieron que el combustible existente puede acabarse el martes día en el que también podrá extinguirse la alimentación de los comedores escolares.
Una situación igualmente seria enfrenta el sistema de salud pública de San Pablo, la ciudad más populosa del país con casi 11 millones de habitantes.
En Río de Janeiro, la crisis del transporte público es más grave, con cerca del 70 al 80 % de los autobuses fuera de servicio.
Cerca de las 11 horas (14 GMT) los congestionamientos de tránsito en la Ciudad Maravillosa sumaban 28 kilómetros, contra los 62 kilómetros que son el promedio en los días hábiles.
El poco movimiento también se observaba en la central de abasto de frutas, hortalizas y alimentos frescos carioca, donde habitualmente llegan unos 350 camiones por día, y hoy ese número había caído a unos 60.
El presidente Michel Temer ordenó hoy el despliegue de las Fuerzas Armadas para colaborar en el desbloqueo de las rutas y garantizar el desplazamiento de los camiones tanque con combustible y otros insumos.
Desde febrero Río de Janeiro está bajo intervención militar,la cual hoy puso en funciones un «gabinete de crisis», informó el vocero el portavoz Roberto Itamar. El coronel del Ejército Itamar, dijo que «la orden es ejecutar ya las operaciones» que permitan restablecer de forma «progresiva» el abastecimiento. (ANSA).
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