jueves, marzo 28, 2024

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MÉXICO: Más horror en el crimen de Jalisco

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Un «rapero» de 20 años, que se hace llamar QBA, y cuyos videos se han viralizado en las redes sociales, fue uno de los encargados de disolver en ácido los cuerpos de tres estudiantes de cine en el estado de Jalisco, oeste de México, generando una ola de indignación.

Llamado Christian Palma, el músico detenido declaró que actuó por encargo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización hegemónica del crimen organizado en México, que le pagaba unos 150 dólares a la semana por desaparecer cadáveres y hacer otras labores igual de macabras.

Interrogado por la Fiscalía de Jalisco, el detenido dijo que le entregaron los cadáveres de los estudiantes luego de que fueron secuestrados el pasado 19 de marzo por miembros del CJNG disfrazados de policías, para disponer de ellos como lo había hecho anteriormente con otros.

Los estudiantes regresaban a Guadalajara, donde estudian, de realizar un trabajo escolar en una vivienda prestada, en la localidad de Tonalá, que pertenece a una banda enemiga, llamada Nueva Plaza, por lo que se creyó que eran miembros de esta organización, según el relato de las autoridades.

Tras ser detenidos, fueron golpeados y torturados y finalmente asesinados pero como después se supo que eran en realidad estudiantes y no delincuentes, en medio de un gran ruido mediático y fuertes movilizaciones callejeras, se decidió disolver los cuerpos para borrar toda evidencia.

Palma cuenta con 121.000 seguidores en su canal oficial youTube y sus videos se suelen ver por millones, además de contar con perfiles en Facebook, Instagram y una canción incluida en las listas de la popular plataforma de música Spotify.

El músico sin embargo tenía también otra ocupación siniestra, la de disolver cuerpos en tinas llenas de ácido clorhídrico, donde colocaba los cuerpos y después regresaba a manipular las válvulas para controlar el espeluznante proceso.

Cuando los restos humanos quedaban reducidos sólo a fragmentos de hueso y tejidos, estos eran colocados en contenedores y trasladados en furgonetas para arrojarlos en parajes solitarios de la periferia de la zona metropolitana de Guadalajara.

Uno de los más famosos videos de QBA se denomina «Me gusta caminar por el vecindario» y cuenta con 5,5 millones de reproducciones. Relata la vida de los barrios duros de las ciudades de Jalisco e historias de violencia, drogas y alcohol.

Otro tema se denomina «Que descansen en paz» y el título lo dice todo: en él aparece el rapero cantando frente a un hombre atado de manos y con la cabeza cubierta y ensangrentada que trata de liberarse, pero tras propinarle algunos puntapiés le prende fuego, una escena que parece extraída de un filme «snuff».

El joven señala que realizó estudios de educación media superior pero no los concluyó y que suele «moverse» en los barrios de Santa Cecilia y San Miguel Hunetitán, oriente de Guadalajara, considerados arrabales peligroso con altos índices de delincuencia.

Además de QBA fueron detenidas otras dos personas de las ocho que participaron en el secuestro, desaparición y muerte de los estudiantes Salomón Aceves, Daniel Dáiz y Francisco García.

Los estudiantes habían salido de Guadalajara para realizar un cortometraje de terror para la clase de Montaje en la Universidad de Medios Audiovisuales, sin imaginar que ellos serían protagonistas de una historia más horripilante que no podrían contar jamás porque culminó con su propia muerte.

Desde el fin de semana se dio a conocer el hallazgo de restos humanos que se presume pertenecían a los jóvenes pero el lunes se confirmó que efectivamente correspondía a los estudiantes.

El trágico episodio se enmarca en la espiral de sangre y muerte que flagela al país desde hace 11 años, desde que el gobierno lanzó la «guerra contra el crimen» con apoyo del Ejército y la Marina, dejando hasta ahora unos 135.000 muertos y 33.000 desparecidos.

También tiene como contexto una oleada de asesinatos en Jalisco, donde mientras se vive en duelo de los tres estudiantes y se realizan cotidianas protestas por su asesinato, la cuenta de muertes no termina.

Sólo en las últimas 24 horas, hubo tres homicidios, un posible femicidio y dos robos con violencia, en uno de los cuales varios delincuentes rociaron con combustible a cuatro personas que asaltaron. (ANSA).