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Por Miguel Abálsamo.

Ante las críticas siempre cercanas al «no» permanente, acidez desmedida cuando hablamos de nuestra ciudad, exacerbados comentarios resaltando falencias más que ver virtudes, febrero es un mes pleno de turismo en Necochea, promediando un mes como pocos en la última década.

Cuatro millones de argentinos veranean en la República, casi dos millones en el exterior, siendo nuestra costa atlántica un lugar elegido como también un desafío permanente de creatividad, ante una constante aparición de competencia con diferentes ofrecimientos de balnearios en toda su extensión.

Cuesta mucho por estos días encontrar ubicación en los hoteles, alta capacidad en los diferentes campings y demanda de alquiler en casas particulares, esta es la radiografía de nuestra Necochea actual.

En promedio  este febrero superó las expectativas y para muchos comercios gastronómicos, o de distintos rubros, aseveran que es superior la temporada en este mes haciendo comparación con los últimos cinco años.

Nada de esto sirve para permanecer indolente o creernos que no debemos seguir mejorando en servicios y ofrecimientos turísticos, sabedores que nuestro municipio en su estructura del ENTUR (Ente Turístico) hizo mucho durante el año con diversas manifestaciones convocantes, caso la excelente propuesta de la Ruta del Tango, el Enduro Pale, por citar ejemplos, que fueron una muestra amplia en calidad y publicidad que se extendió en todo el país.

La temporada de febrero no es una casualidad sólo ayudada por el tiempo que fue magnífico en todo lo que va de nuestro verano, sino que tiene mucho que ver con el trabajo que viene concretándose tiempo atrás.

Se supo sembrar para esperar la cosecha.

Otro hecho relevante es la conciencia en los precios accesibles para los bolsillos de nuestros veraneantes.

Necochea es una de las ciudades más baratas para comer dentro de la Costa Atlántica, lo mismo que en alojamiento y el pago del estacionamiento medido, por dar pequeños ejemplos, sumado a espectáculos callejeros de nivel profesional que cuesta solamente lo que desee aportar cada uno.

Cuando uno observa como los «escribientes de face o twitter», hacen de la denotación  una moneda corriente, o actores políticos que buscando un votito ejercen críticas profundas ante cuestiones menores, pienso lo poco que queremos nuestro lugar o la mediocridad que suele habitarnos.

La Necochea del «no», suele ser un lugar común que contiene un coro de habitantes aspirantes a triunfar con su prédica cuando a la ciudad le va mal.

La culpa de todo la tiene el conductor político de la ciudad, a veces aquellos que no profesan la ideología del «no», los que no se detienen en intrascendencia u obviedades, los que accionan antes que el ocio de ver todo negativo, son  los agoreros resentidos cuando la ciudad alcanza logros.

Estas barreras son las que se eliminan con hechos concretos.

La realidad nos marca un febrero asimilable a otras épocas que recordamos con nostalgias de tiempos idos, favorecidos por la extensión de feriados de carnaval y aperitivos populares con su realización en la vecina localidad de Quequén durante tres días consecutivos.

La necesidad de seguir mejorando

El propio intendente doctor Facundo López es sabedor de que hay que seguir trabajando cada día pensando no en los tradicionales meses de turismo sino en romper la estacionalidad.

Medano Blanco, Termas del Campo, es un ejemplo de esto, la reconstrucción de un lugar tan emblemático como el Complejo Casino (hay propuestas a presentar en próximas días), el llamado a licitación para proyectar el futuro en El Jardín de Rocas, la extensión de nuestro frente costero aprovechando nuestro parque «Miguel Lillo», la concreción para este año de los balnearios de río en una ancha franja que ira desde el Puente «Dardo Rocha» al Necopesca Club en ambas márgenes, Necochea-Quequén, la finalización de la Avenida 10 dotando a toda esa zona de una modernización que abarcará  nuestra villa balnearia, el pensar en el futuro del crecimiento desde la zona del «Hogar Raimondi» a la escollera necochense, con todo el potencial que esto supone, son todos ítem que serán el complemento ideal para lo que Dios nos doto como naturaleza única.

Necochea deberá recuperar los espectáculos que optan por establecerse en Mar del Plata, siendo Villa Carlos Paz ( a pocos kilómetros de Córdoba capital) un epicentro de primer nivel, con apertura a otros lugares de la República.

Creo que cuando entiendan muchos elencos teatrales, algunos que deben pelear duramente en estos lugares, que nuestra ciudad puede volver a ser una plaza convocante, empresarios de la actividad pondrán sus ojos otra vez en la mejor playa argentina.

Algo parecido nos ha ocurrido en lo deportivo.

Tuvimos los principales equipos argentinos de pretemporada en la ciudad, e incluso conjuntos internacionales, y realización de atrayentes partidos amistosos, hasta hemos sido subsede de los Juegos Deportivos Panamericanos en el 95, todo parece lejano en el tiempo.

Estas son las cosas que deben unirnos, el pelear juntos por recuperar historias perdidas.

No es imposible.

A priori pensábamos en una temporada débil, analizando la situación del país, suba de naftas, encarecimiento general para la población, sin embargo no fue así en nuestra ciudad, abarrotada de gente durante los fines de semana y bien en líneas generales el resto de los días.

Febrero nos trajo sorpresas agradables.

El promedio nos indica un signo positivo en todo aspecto.

Con un dato a tener en cuenta, la reparación de la ruta 88 propuesta y lograda por la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, le ha dotado a la ciudad de otra herramienta de recuperación del turista, quien en épocas pasadas no se animaba a transitar la delicada y peligrosa ruta que contó con el olvido de varios gobernadores del estado bonaerense.

Debemos prepararnos para superar falencias, ser seductores del visitante, convertirnos todos en agente turísticos para vender nuestra ciudad.

Que nos brote el «si» por sobre el negativismo, un «si» fundado en realidades concretas, sabedores que debemos mejorar, pero conocedores de nuestras potencialidades, las que tiene nuestro distrito en todo aspecto, y para afirmarlo sólo basta recorrer los veranos en otros lugares de la República, subiéndonos al podio de algo difícil de superar, nuestras playas, que siguen siendo únicas, casi incomparables.