viernes, marzo 29, 2024

Locales

ELECCIONES 2017: El casino y la nueva postal. Unidad ciudadana

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A lo largo de la campaña, como espacio político venimos planteando de manera continua algunos conceptos, que entendemos deben comenzar a discutirse como sociedad:

Integración urbana, fragmentación por falta de planificación, desigualdad en el acceso a los servicios, inequidad social, inclusión para corregir la inseguridad y falta de nuevos debates que permitan pensar el futuro aprendiendo del pasado, sin aferrarnos a él.

El Edificio del Casino es una muestra más de la cantidad de temas y situaciones que nuestro Distrito no resuelve desde hace 20 años.  Debatir quien tiene la culpa, es detenerse en el pasado para justificar la incapacidad del presente. Escuchamos que la centralidad del discurso habla de lo que fuimos y de lo que no somos, no se discute y no se plantea lo que queremos ser y cómo vamos a hacerlo.

Nuestra Ciudad debe volver a tener futuro, nuestro casino debe ser parte de él. Necesitamos generar nuevas oportunidades, nuevos proyectos y nuevas postales.

La reconversión del edificio del casino es necesaria, inevitable y urgente. El Rol del Estado en esta reconversión es único e ineludible. Cuidar el Patrimonio Público es obligación del mismo.

Evitar que esas tierras sean objeto de especulación inmobiliaria y de negocios que solo benefician a unos pocos, es lo que el momento exige al Municipio.

En nuestras propuestas planteamos el Derecho a la Ciudad para todos los habitantes del Distrito, sin ningún tipo de distinciones. Hoy observamos que muchos sectores de la ciudad, por la falta de control y por desidia estatal han hecho de sectores públicos, sectores privados y de acceso restringido. (Balnearios que no respetan las bajadas públicas, carencia de baños públicos, etc.) .

El Edificio deberá ser redefinido, reconstruido y refuncionalizado. Quién debe hacerlo? El Estado debe hacerlo, ya sea tercerizando el costo del mismo entregándolo en concesión por un periodo de tiempo que lo convierta en económicamente viable (opción que ya ha fracasado incluso los últimos dos llamados bajo el gobierno del Intendente Molina quedaron desiertas) o tomar el control seriamente, con un programa de inversión por parte de municipio que permita la explotación por parte del Estado de los espacios con el consecuente recupero de la inversión.

Y los recursos para hacer eso? Los recursos están, el Intendente habla de la necesidad de 100 millones para arreglarlo, esta cifra es un monto bajo en el marco de un presupuesto municipal que ronda los 1200 millones y que en un programa de 5 años podría licuar lo invertido transformándolo en un monto que impactaría mucho menos en el erario municipal.

La concesión del casino solo ha dejado como resultado el deterioro del edificio y el retiro de los concesionarios cuando el negocio dejó de ser rentable, dejando el costo político y financiero a todos los necochenses. El casino y la tierra sobre la que está emplazado son de un valor económico y sentimental que no se pueden medir en términos de mercado o negocio inmobiliario. Debemos considerar el casino como parte del Parque Miguel Lillo, y crear el área municipal encargada de la preservación y el mejoramiento de ambos. Con Control por parte del Municipio, pero con fuerte participación de los vecinos.