viernes, abril 19, 2024

Internacionales

REINO UNIDO: Golpe para Theresa May, Tory sin mayoría

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La premier Theresa May perdió la apuesta que había hecho cuando a finales de abril convocó las elecciones anticipadas en el Reino Unido.

Según los sondeos a boca de urna el resultado electoral de los comicios de ayer es incierto.

Un «exit poll» realizado conjuntamente por BBC, SkyNews y Itv indicó que los Conservadores obtuvieron 314 escaños, 17 menos que en el 2015 y 12 menos del umbral que marca la mayoría absoluta de 326 bancas (sobre un total de 650) en la Cámara de los Comunes.

Los laboristas habrían en cambio pegado un salto a 266 escaños, +34 respecto a las pasadas elecciones.

Los independentistas escoceses del SNP serían el primer partido en su bastión del norte pero con 34 escaños, frente a los 56 (sobre un total de 59 en Escocia) que habían conquistado hace dos años. Los LibDem pro-UE lograron a su vez un resultado aceptable (14 escaños frente 9), mientras que el partido euroescépctico UKIP tenía, y sigue teniendo, cero escaños.

El partido Conservador ganó en otras palabras los comicios (siempre según los «exit poll») pero no alcanzó la mayoría absoluta: algo fundamental para la premier, que quería así negociar el «Brexit» con la UE desde una posición de fuerza.

Frente a esta situación de probable parálisis, emerge la sombra de un país casi no gobernable, mientras en Londres algunos analistas ya hablan de nuevas elecciones a corto-medio plazo.

El líder del partido Labour, el radical Jeremy Corbyn, parecía un político terminado y en cambio, según parece, su estrategia electoral dio excelentes frutos.

Al cabo de una jornada electoral que Londres, Manchester y otras ciudades del país transcurrieron blindadas a raíz de la amenaza yihadista, el veredicto no estaba en otras palabras claro. Para conocer los resultados reales de la contienda electoral habrá que esperar al conteo definitivo de los votos, urna por urna.

El escenario que emerge es preocupante. Los medios locales destacan la posibilidad de un «hung Parliament», o sea un parlamento sin mayoría.

Hoy fue la tercera vez en tres años en los que los súbditos británicos volvieron a las urnas tras las elecciones de 2015 y el referendo por la salida de la UE, aprobado el 23 de junio del año pasado por un estrecho margen de 51,9% a 48,1%.

El panorama político británico había cambiado bastante en las últimas semanas tras los atentados terroristas en Manchester y Londres y la remontada en la intención de votos de Corbyn.

Dado por seguro perdedor al comienzo, el líder laborista logró conducir a sus 68 años una campaña electrizante con una versión renovada de su programa de «viejo socialista», despertando entusiasmos sobre todo entre los jóvenes y los menos afortunados.

May en tanto aceleró sobre el final bajo su aureola de nueva «Dama de Hierro», decidida a garantizar los «intereses nacionales» británicos frente a la Unión Europea en el marco de un Brexit sin concesiones.

La premier apuntó además a enfrentar al terrorismo con «una guerra» sin cuartel, aún al precio de dejar en suspenso algunos derechos civiles y humanos.

La primera ministra, de 60 años de edad, no tenía otra posibilidad que conquistar más votos, y bancas, de los que obtuvo David Cameron en 2015. Los laboristas, en tanto, pueden darse por satisfechos: hace apenas un mes atrás el principal partido de oposición era dado en algunas encuestas hasta veinte puntos por debajo de los Conservadores.

Luego, algunos sondeos comenzaron a detectar el sostenido y parcial repunte laborista, ayudado por «Lady Theresa», que no tuvo un buen papel en los debates por TV, sin olvidar otros temas delicados, como los recortes a la policía impuestos por austeridad en medio de la alerta terrorista.

La otra cara de esta tendencia fue el resurgimiento laborista de la mano del «compañero Jeremy», quien prometió justicia social, inversiones públicas, educación y salud para todos, aún al costo de espantar a más de uno sobre las consecuencias en cuanto a cuentas públicas e impuestos.

Para Corbyn el objetivo mínimo era de volver al menos el 30,4% obtenido por Ed Miliband, con 232 bancas, en 2015, a riesgo de volver a quedar en la mira de los «moderados» dentro de su propio partido. (ANSA)