jueves, marzo 28, 2024

Internacionales

EL MUNDIO: Corea del Norte promete respuesta al despliegue naval de EE UU

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La tensión sigue subiendo en la península coreana. El régimen de Kim Jong-un ha advertido de “consecuencias catastróficas” si Estados Unidos continúa sus provocaciones, después de que un portaaviones de esa nacionalidad y su flotilla se dirijan hacia la zona.

“Tomaremos las medidas más duras contra los provocadores para defendernos con la poderosa fuerza de las armas”, ha indicado un portavoz del Ministerio de Exteriores de Corea del Norte, citado por la agencia estatal, KCNA.

El Carl Vinson ha puesto rumbo hacia la península norcoreana después de que Estados Unidos haya amenazado con emprender acciones unilaterales si China, el principal aliado de Corea del Norte, no aumenta la presión para conseguir el fin del programa de armamento norcoreano.

Las declaraciones de Estados Unidos se han producido cuando este país y Corea del Sur ya desarrollan maniobras militares anuales en la zona, una circunstancia que suele agravar las tensiones cada abril. Pyongyang percibe esos ejercicios como preparativos para invadir su territorio.

Pero, además, esta semana es especial para el régimen norcoreano, muy dado a marcar sus hitos históricos: este martes se cumple el quinto aniversario del nombramiento de Kim Jong-un como secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea, la espina dorsal política del régimen.

Para conmemorarlo, se celebra una sesión extraordinaria de la Asamblea Popular Suprema, el legislativo de ese país.

El sábado se celebrará el 105 aniversario del nacimiento del fundador del régimen y abuelo del líder actual, Kim Il-sung.

Corea del Norte prepara para ese día un espectacular desfile militar, para mostrar ante el mundo un alarde de fuerza.

Los analistas no descartan que Pyongyang quiera conmemorar la fecha también con el lanzamiento de un misil, quizá incluso de largo alcance.

Corea del Norte ya lanzó el pasado miércoles un misil de combustible líquido, aunque apenas recorrió 60 kilómetros antes de caer al mar.

El mes pasado había lanzado simultáneamente cuatro cohetes, tres de los cuales llegaron a aguas bajo control japonés.

Este país, que ya ha completado cinco pruebas nucleares -las dos últimas, el año pasado- podría estar preparando una sexta: las recientes imágenes vía satélite han detectado, según los expertos, movimientos sospechosos en la zona de Punggye-ri, donde se llevaron a cabo las anteriores.

El régimen que encabeza Kim Jong-un ha amenazado con probar este mismo año un misil de largo alcance que pueda llegar a territorio estadounidense, algo que el presidente Donald Trump ha asegurado que no ocurrirá.

“Los movimientos insensatos de EE UU para invadir la República Popular Democrática de Corea -el nombre oficial del país- han llegado a una fase grave”, indica el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano. Esta nación “está preparada para reaccionar a cualquier forma de guerra deseada por Estados Unidos”.

Preocupación de Washington y Pekín

Corea del Norte fue uno de los principales asuntos abordados en la reunión en Florida la semana pasada entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, aunque sin que se lograra acercar posturas entre los dos países. Washington reclama que Pekín aumente la presión sobre su vecino, y China asegura que ya hace lo que puede.

Tras reuniones en Seúl el lunes, China y Corea del Sur han acordado “endurecer sus medidas” si el norte lleva a cabo otra prueba nuclear.

En Washington, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general Herbert McMaster, declaraba este fin de semana que Trump ha pedido que sus asesores se preparen a presentarle una serie de opciones para “eliminar la amenaza” norcoreana.

El lanzamiento de misiles estadounidenses contra posiciones del régimen sirio la semana pasada se ha interpretado como un mensaje indirecto también al régimen de Kim Jong-un: en su gira por Asia en marzo, el secretario de Estado Rex Tillerson indicó que “todas las opciones” estaban sobre la mesa.

Aunque un ataque preventivo contra Corea del Norte sería más complicado y tendría consecuencias mucho más graves que la última acción en Siria. Seúl se encuentra a apenas una treintena de kilómetros de la frontera y Corea del Norte cuenta con numerosos misiles apuntados hacia su vecino del sur.

El propio ministro de Unificación surcoreano, Hong Yong-Pyo, ya lo ha dejado claro: “los ataques preventivos podrían resolver los problemas nucleares de Corea del Norte, pero para nosotros también se trata de defender la seguridad de la gente”, puntualizaba este lunes.

(Fuente: El País de España)