jueves, abril 18, 2024

Castelli, Locales, Opinión

¿Se defiende la democracia?

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Por Horacio Castelli

Cuando no se respeta la decisión de los ciudadanos, la democracia corre peligro y las instituciones pierden el sentido.

No me refiero a las decisiones de los concejales o legisladores que deciden cambiar su posición política.

Me refiero a las decisiones que toman las instituciones, llámense Concejos Deliberantes o Legislaturas.

En Necochea ocurre demasiado frecuentemente que los ediles deciden tomar medidas que, en la mayoría de los casos, son ilegales y en otras son antiéticas.

Cuando un concejal decide cambiarse de espacio político pasando a otro, o en su defecto abrir un nuevo bloque, casi siempre unipersonal, se impide a los concejales suplentes que cubran la banca cada vez que faltan.

No es democrático, no es ético y va contra lo que la ciudadanía votó en su momento.

Si la ley no les impide a los concejales que se cambien de espacio, los reglamentos internos obligan a informar con anticipación cada vez que alguien falta para convocar a los suplentes y el cuerpo siempre tenga en sus sesiones los 20 concejales, que por ejemplo le corresponde a Necochea.

En la última sesión volvió a suceder un hecho que ocurre habitualmente, cuando un edil se cambia de espacio, no le avisan al suplente que sí continúa en el bloque original.

Más allá que se haga de uso corriente, no significa que deba aceptarse como una norma establecida, porque los reglamentos y las leyes no lo permiten.

Desgraciadamente nuestro distrito a sufrido a lo largo de los años en democracia el salto permanente de concejales de un bloque a otro o la formación de bloques unipersonales.

Hay que tener en cuenta que nuestro HCD tiene 20 concejales que ingresaron por cuatro espacios y existen 9 bloques. Una vergüenza desde lo político y lo ético.

Los espacios políticos presentan sus listas con un logo o nombre que representa, supuestamente, un proyecto político pensado para la ciudad.

Los meses pasan y los “acuerdos” llegan. Las soluciones, nunca. Es una triste realidad que nos toca vivir.

El Concejo Deliberante, es una institución donde se debe velar porque las leyes, ordenanzas y reglamentos se cumplan más allá de los intereses políticos personales o sectoriales.

Esto no ocurre en Necochea, donde se ha tergiversado el papel del edil y se ha dispuesto una serie de medidas y costumbres que se acomodan al espacio político que más poder ostenta.

Una muestra de que lo que planteamos es verdad, son las conformaciones de las comisiones.

Solo cuentan con Presidente y Secretario y nunca se nombran los vocales para dar validez a las votaciones que se adopten dentro de las mismas.

Muchas veces, se despachan expedientes con la sola firma del Presidente sin que se discuta y se vote.

Las explicaciones que hemos escuchado es que luego se realiza una reunión de la Comisión Parlamentaria y allí se termina de decidir el orden del día y si no se lleva a la sala para discutirlos y votarlos.

Sin embargo, el trabajo previo de las Comisiones se debe realizar con la participación de todos sus miembros, saber si hay quórum, si existe un despacho en mayoría y otro en minoría, etc.

Es decir, como se manejan las legislaturas en todas partes y como se manejan incluso en Concejos Deliberantes más chicos que el nuestro.

A través de los años se han afincado en sus bancas demasiados políticos que han ido modificando la forma de trabajo según su gusto y sin cumplir con lo que exigen los reglamentos y las leyes provinciales que ordenan el accionar del Concejo Deliberantes.

Para defender la democracia y la institucionalidad, hay que ser serios y trabajar. Por ahora, nuestro Concejo Deliberante está en deuda.