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Una vez más las autoridades prefieren silenciar toda información sobre hechos que ocurren en las escuelas del distrito como lo sucedido la semana pasada en la Escuela 25 de la localidad de Quequén, donde fueron agredidas tres maestras de la institución.

No es tratando de callar los problemas y de evitar su discusión como se pueden solucionar las situaciones que se viven diariamente en distintos establecimientos del distrito.

Esta situación no es exclusivo de nuestro distrito, pero aquí es donde debemos discutir el accionar de las distintas instancias que se han creado oportunamente como los gabinetes de psicólogos y asistentes sociales que deben trabajar sobre estos casos de extrema violencia ya que la mamá agresora fue protagonista de otros echos similares.

Las maestras agredidas han debido que solicitar la intervención de la ART, lo que marca el nivel de las contusiones que recibieron.

La madre agresora entró al establecimiento, tomando a golpes de puño a la maestra en cuestión y tres de sus compañeras intentaron defenderla, pero no lograron detener el embate resultando con lesiones y contusiones de diversa consideración que les generó una licencia por aseguradora de 11 días en principio.

Lamentablemente estas situaciones se repiten en estos últimos años en esta escuela, sin recibir el tratamiento adecuado en cuanto a la protección de los docentes tras los tristes sucesos, ya que se prioriza una suerte de perfil bajo al no denunciar debidamente los casos, y acosar a los que se quejen, ya sea prohibiendo que se llame a la policía, aún en caso de suma necesidad, o hasta no redactar y firmar un acta que plasme los actos indebidos.

Si bien en esta oportunidad se hizo presente la inspectora, trascendidos dejan ver la posibilidad de que se responsabilice desde la investigación oficial a la docente por el suceso, aún cuando la familia que generó el conflicto tendría muchos antecedentes similares, en esta y otras escuelas.

No es posible que no se efectúen las denuncias correspondientes ante la Fiscalía para que la Justicia tome cartas en el asunto y a través de un trabajo inter disciplinario se pueda buscar una solución para que no vuelvan a ocurrir estas tan tristes situaciones.